El ejercicio que está a punto de concluir tuvo a Indra como la gran protagonista de la Bolsa, con una revalorización de sus títulos del 161% -incluyendo la cotización de hoy-, porcentaje que ubica a la multinacional española en lo más alto del Ibex 35 en lo que a subidas se refiere. La paradoja está en que el motivo de tan espectacular subida es el mismo que hoy hunde a la acción casi un 3,20%, llegando a bajar un 6% antes del mediodía: los conflictos bélicos que sacudieron –y sacuden– 2025, principalmente la guerra de Ucrania.
Si bien este comportamiento tiene a la aventura de Putin como denominador común, puede afirmarse que en el caso de Indra le afecta doblemente. Veamos. Diciembre arrancó golpeando duramente los valores del sector de defensa europeo con los analistas e inversores siguiendo con mucha atención las conversiones de paz, ahora sí, a tres bandas, entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania que, en caso de tener éxito, bajaría, al menos en el corto plazo, la demanda de armamento, justo lo contrario a lo sucedido en lo más cruento de la invasión rusa, disparando las cotizaciones de las empresas del sector.
En el caso de Indra hay que añadir otro elemento de enorme peso: de acuerdo a una información de El Confidencial, el Consejo de Administración de la compañía solicitó una nueva valoración de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), la empresa propiedad de Ángel Escribano, presidente ejecutivo de Indra, y cuya presidencia está en manos de Javier, hermano de Ángel, quien, al igual que el mandamás de Indra, es a su vez cofundador y propietario de EM&E, además de ocupar un sillón en el consejo de la multinacional española.
A este cóctel hay que añadirle otro componente. El medio digital afirma que la decisión de la nueva valoración de EM&E contó con el apoyo de los tres representantes de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Indra con el 28% del capital social. Hecho, que le hace concluir a El Confidencial que el apoyo del brazo industrial del Estado español supone un distanciamiento entre Belén Gualda, presidenta del organismo público, y Manuel de la Rocha, quien desde su posición de asesor de Pedro Sánchez es la persona que está impulsando esta operación desde La Moncloa. Vayamos por partes.
Florida, el centro de atención de los inversores
El estado sureño fue el escenario elegido para llevar a cabo las conversaciones para poner fin a la guerra de Ucrania. Y a los inversores no se les escapó el optimismo del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, aunque sí reconoció los desafíos a los que se enfrentan los negociadores para lograr la paz en el Este de Europa.
Por otra parte, el negociador Steve Witkoff y el yerno del presidente de Estados Unidos, Jared Kushner, tienen previsto viajar a Moscú este mismo lunes para mantener nuevas conversaciones sobre un posible acuerdo de paz con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Con todo, los analistas se muestran escépticos en relación a un pacto inmediato. “En nuestra opinión, parece improbable que se alcance un acuerdo en el corto plazo. Al menos si mantienen las condiciones que impone Estados Unidos a Ucrania como ceder territorio, reducir significativamente capacidades militares, abandonar la idea de una futura inclusión en la OTAN, entre otros”, afirma Bankinter en un informe publicado esta mañana.
Pero, ¿cómo afectaría la paz en el mediano y largo plazo a las empresas de defensa? En ese mismo informe, Bankinter arriesga que la eventual consecución de un alto el fuego otorgaría a Rusia un margen temporal adicional para rearmarse. “Lo que podría incrementar el riesgo estratégico para Europa en el medio plazo ¿5 años? y llevar a los gobiernos a mantener los planes de inversión en defensa. Reforzando así los fundamentales del sector”, sostiene.
Así pues, la entidad financiera apuesta a la firmeza del compromiso por parte de los gobiernos. “De hecho”, recuerda, “en la última cumbre de la OTAN ya se elevaron los objetivos de inversión en defensa hasta el 5% del PIB, contra el 2% anterior”. “Por tanto”, continúa, “el racional de inversión se mantiene intacto: Europa debe estar preparada y aumentar de forma significativa su gasto en defensa”.
Charles Armitage, analista de Citigroup, coincide con sus colegas españoles. Para Armitage, esta caída de los valores de los títulos podría representar una oportunidad para invertir, “ya que es probable que Rusia utilice un alto el fuego para renovar sus capacidades militares”.
Pero hay más. El analista considera muy probable que Europa se rearme para disuadir a Rusia de nuevas agresiones. Asimismo, AlphaValue anunció, también hoy, que eleva el precio objetivo de Indra desde 27,1 euros a 36,9 euros por acción.
¿Se retrasa la operación con EM&E?
Según a la información publicada por El Confidencial, el Consejo de Administración de la compañía solicitó una nueva valoración de Escribano Mechanical & Engineering. La consecuencia inmediata es que la compañía deberá realizar una nueva due diligence con las cuentas del ejercicio fiscal 2025, lo que provocará que la absorción se postergue, como poco, hasta el segundo trimestre de 2026.
El sitio Dow Jones Newswires explica que, de acuerdo con esta información, se solicitó esta nueva valoración debido al impacto que podría tener en ambas compañías un acuerdo de paz en Ucrania, especialmente en los términos planteados por el presidente estadounidense Donald Trump.
La historia cuenta que los hermanos Escribano buscaron dejar encarrilada una operación que valora EM&E en más de 2000 millones de euros y que despertó críticas dentro del consejo. De hecho, algunos consejeros independientes, como Coloma Armero, o Mikel Aperribay, dueño del 8% de Indra a través de SAPA, se mostraron contrarios a adquirir EM&E, según Dow Jones Newswires.
Así las cosas, se espera que la próxima reunión del Consejo de Administración se celebre a mediados de diciembre, aunque se descarta que se anuncie la fusión con Escribano.