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La planificación de una herencia abarca no solo decisiones patrimoniales, sino también consideraciones fiscales. El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de España, cuya gestión se encuentra delegada en las comunidades autónomas, provoca variaciones significativas en función del lugar de residencia tanto del fallecido como de los herederos.

Sin embargo, más allá de las bonificaciones autonómicas, existe una alternativa legal que podría permitir a los herederos eludir el pago del impuesto de sucesiones: incluir una cláusula concreta en el testamento que faculte la renuncia de un heredero en favor de otro.

Fuente: narrativas-spin-es

Así pueden evitar el Impuesto de Sucesiones los herederos en España

El mecanismo se conoce como “renuncia traslativa” y consiste en que un heredero cedente transmite su parte de la herencia a otro beneficiario directamente desde el testamento. Si esta disposición se establece desde el inicio, se evita que la renuncia sea considerada una donación y, por ende, sujeta a una doble imposición.

El Tribunal Supremo ha respaldado este tipo de disposiciones testamentarias, siempre que se cumplan los requisitos legales y se formalicen de manera adecuada. Esta interpretación ha sido fundamental para diferenciar entre una renuncia con efectos fiscales neutros y una donación que está sujeta a tributación.

Este tipo de cláusulas permite que, por ejemplo, un hijo herede la totalidad de un bien inmueble sin que su hermano deba tributar por renunciar a su parte, lo cual, en otras circunstancias, podría considerarse una transmisión sujeta al impuesto.

Dónde resulta más beneficiosa esta cláusula: comunidades con mayor carga fiscal

Fuente: narrativas-spin-es

El Impuesto sobre Sucesiones se encuentra regulado por la Ley 29/1987, siendo las comunidades autónomas las encargadas de aplicar las bonificaciones o reducciones correspondientes.

En comunidades como Madrid, Andalucía o Galicia, se ofrecen bonificaciones del 99% para herencias entre padres e hijos. Sin embargo, en otras regiones, como Asturias o Castilla y León, el gravamen puede resultar considerablemente elevado.

Por lo tanto, la inclusión de una cláusula de renuncia planificada puede ser particularmente beneficiosa en aquellas comunidades con un régimen fiscal menos favorable. Esta estrategia debe ser considerada con antelación y, de ser posible, acompañada de asesoramiento notarial o fiscal especializado para garantizar su correcta implementación.

Es fundamental señalar que si la renuncia no está estipulada en el testamento y se lleva a cabo una vez abierta la sucesión, podría interpretarse como una donación inter vivos, lo que conllevaría un coste fiscal adicional para el beneficiario final.

Guía para redactar y validar una cláusula de renuncia en el testamento

Para que la cláusula tenga validez y produzca efectos fiscales beneficiosos, es necesario que esté claramente incluida en el testamento y que se refiera a una transmisión directa entre herederos. No debe permitir interpretaciones confusas sobre la intención del testador.

El Consejo General del Notariado sugiere consultar a un notario al redactar el testamento y evaluar cómo podría influir en la estructura de la herencia y la fiscalidad resultante. También es recomendable revisar el contenido del testamento de manera periódica ante cambios en la legislación o en la situación familiar.

Este mecanismo no implica una exención total ni asegura la eliminación del impuesto en todos los casos, pero puede disminuir significativamente el impacto fiscal para ciertos herederos si se aplica de manera adecuada.

Con el aumento de herencias por traspaso generacional y el endurecimiento de criterios en algunas comunidades autónomas, este tipo de herramientas legales adquiere una importancia creciente para quienes buscan planificar de manera eficiente la transmisión de su patrimonio.