En esta noticia

La vida laboral de muchos españoles interrumpe su curso por desempleo, cuidado de familiares o circunstancias personales. Estas lagunas se reflejan luego en la pensión: cuando faltan años de cotización, la cuantía puede verse reducida de forma significativa.

Ante esta problemática, la Seguridad Social planea reforzar el mecanismo de integración de lagunas, de modo que quienes hayan cotizado menos de 25 años vean menor daño en su pensión.

Síguenos y léenos en Google Discover.

Léenos siempre en Google Discover.

A través de este ajuste no se permitirá sumar "años ficticios" para alcanzar el mínimo exigido, sino compensar los huecos durante el cálculo de la base reguladora.

Qué es la integración de lagunas y cómo se aplica

La integración de lagunas es una norma legal que permite que los meses sin cotizar dentro del período de cálculo de la pensión no se valoren en cero, sino que se rellenen. Así se evitan distorsiones que penalicen en exceso la cuantía final.

El sistema contempla:

  • Los primeros 48 meses sin cotización se integran con el 100% de la base mínima vigente en ese momento.

  • A partir del mes 49 en adelante, esos meses se valoran al 50% de la base mínima.

Este método reconoce el vacío laboral, pero con límites para no inflar de forma artificial el cálculo. Es importante aclarar que esta regla no se traduce en sumar años reales de cotización para alcanzar requisitos mínimos de jubilación.

No todos los regímenes pueden beneficiarse igual. Los trabajadores por cuenta propia (autónomos) tienen aún restricciones para aplicar a esta integración.

Qué son los años ficticios y quién puede acceder

Una figura paralela es la de las cotizaciones ficticias, que permiten reconocer períodos no trabajados, como cuando alguien dejó su empleo para cuidar a hijos. En este caso, la Seguridad Social permite sumar hasta 5 años a la vida laboral del progenitor que haya interrumpido su carrera por ese motivo.

No obstante, esa mejora solo tiene efecto en la cuantía de la pensión, no en el cumplimiento de los requisitos de acceso. Esos años ficticios no pueden usarse para cubrir el mínimo legal de 15 años cotizados ni los 2 últimos de carencia específica.

Este mecanismo favorece de modo especial a quienes asumieron cuidados familiares, un reconocimiento a veces tardío, especialmente para mujeres.

Retos y cambios estructurales en el cálculo de pensiones

España encara una transformación del sistema de pensiones. A partir de enero de 2026 se introducirá un método dual para el cálculo de la base reguladora.

Los nuevos jubilados podrán escoger entre considerar los últimos 25 años cotizados o los últimos 29 años excluyendo los dos peores. Esto ofrece flexibilidad y protege a quienes han tenido periodos con base muy baja de cotización.

Al mismo tiempo, existe la opción del convenio especial, un acuerdo voluntario entre el individuo y la Tesorería de la Seguridad Social que permite cotizar aún sin tener empleo formal. Esto mecanismo ayuda a reforzar la carrera de cotización y mitigar los efectos de paros laborales, aunque exige asumir la cuota completa.

Con estas herramientas y ajustes, la Seguridad Social busca un equilibrio entre reconocer episodios laborales interrumpidos y mantener la solidez del sistema. El desafío que queda es garantizar que estas medidas realmente beneficien a quienes más han sufrido discontinuidad laboral.