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La cuenta regresiva para el cumplimiento de la Ley de Accesibilidad 11/2023 entra en su etapa final. Banco Sabadell ya ha comenzado a transformar su red de cajeros automáticos para cumplir con la normativa que exige entornos más inclusivos, con especial foco en personas con discapacidad y mayores.

Desde 2024, la entidad ha renovado más de 700 puntos, incorporando rampas, pavimento táctil, bucles magnéticos y cajeros a menor altura. También ha ajustado el lenguaje, mejorado la interfaz y sumado guías de voz y braille, anticipándose a la entrada en vigor del nuevo marco legal, prevista para el 28 de junio.

¿Qué exige la nueva ley de accesibilidad?

La normativa obliga a que los productos y servicios digitales y físicos garanticen condiciones de uso equitativas, sin importar las capacidades del usuario. Esto incluye cajeros con tipografía clara, contraste ajustable, guía por voz, instrucciones accesibles y mecanismos compatibles con audífonos.

La ley no exige cambios inmediatos en toda la red de cajeros, pero sí establece que aquellos instalados antes del 28 de junio podrán operar por un máximo de diez años. A partir de esa fecha, los nuevos deberán cumplir con los requisitos desde el primer día.

¿Cómo se prepara Sabadell y qué hacen los demás bancos?

Banco Sabadell lidera la implementación con una red que ya muestra avances visibles. Ha colocado identificadores SIA, adaptado el diseño de los cajeros y creando interfaces comprensibles para personas con discapacidad cognitiva.

Las mejoras también apuntan a una mayor autonomía de los usuarios mayores.

Otras entidades siguen un camino similar. Bankinter avanza en una actualización progresiva de sus más de 400 cajeros. Unicaja trabaja desde hace meses en la adaptación física de sus terminales.

Mientras Santander introduce tecnologías text-to-speech y botones más visibles. Ibercaja, por su parte, suma funciones en 20 idiomas y controles de volumen accesibles desde el teclado.