La política migratoria de Estados Unidos vuelve a estar bajo escrutinio internacional. En las últimas semanas, varios países europeos han decidido modificar sus advertencias de viaje hacia ese país norteamericano tras trascender múltiples casos de turistas detenidos en aeropuertos y fronteras, algunos durante semanas, incluso cuando contaban con visados válidos o autorización ESTA.
Alemania, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Finlandia y Noruega han encabezado estas modificaciones, advirtiendo a sus ciudadanos sobre riesgos específicos vinculados tanto a la estricta aplicación de las normas migratorias como a las nuevas limitaciones en torno a la identidad de género.
Este endurecimiento ha coincidido con episodios de turistas europeos retenidos en centros de detención migratoria bajo la administración de Donald Trump, quien asumió nuevamente la presidencia.
Según datos de la Administración de Comercio Internacional de EE.UU., el país recibió en 2024 más de 72,4 millones de visitantes, con Europa occidental como principal región emisora, aportando más de 13 millones de turistas. Sin embargo, la percepción de inseguridad y el aumento de incidentes podría impactar negativamente en esas cifras.
Estos países europeos han activado una alerta para quienes viajen a EE.UU.
Noruega fue el último país en modificar sus recomendaciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que "la ESTA (Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje) o la visa no garantizan la entrada en el país. Son las autoridades de inmigración al llegar las que toman la decisión definitiva. Las autoridades noruegas no se pueden meter en esa decisión".
En paralelo, Alemania reaccionó ante la detención de tres de sus ciudadanos en suelo estadounidense. El Ministerio de Exteriores advirtió que "condenas previas en Estados Unidos, información falsa sobre el propósito de la estadía o incluso exceder ligeramente la duración de la estadía al viajar pueden llevar al arresto, detención y deportación", aunque aclaró que esta guía no constituye una advertencia formal de viaje.
El Reino Unido también endureció su postura. El Ministerio de Exteriores británico recordó a sus ciudadanos que "las autoridades en Estados Unidos establecen y aplican estrictamente las normas de entrada. Podría ser arrestado o detenido si incumple las normas".
En Francia, la cancillería incorporó un aviso sobre la obligatoriedad de indicar el "sexo al nacer" en solicitudes de visado o formulario ESTA. Dinamarca y Finlandia, por su parte, alertaron a sus ciudadanos con género distinto al consignado en el pasaporte o con la categoría "X" de que contacten previamente con la embajada estadounidense para evitar complicaciones.
España mantiene sus recomendaciones sin cambios
El Ministerio de Asuntos Exteriores español aclaró que, por el momento, no prevé actualizar sus advertencias. En su sitio oficial recuerda que "permanecer en Estados Unidos más allá del período de tiempo autorizado por las autoridades norteamericanas en cada caso es una violación de las leyes de inmigración del país, y puede traer consecuencias graves, como no poder volver a los Estados Unidos o ser detenido y/o deportado".
El Ministerio de Asuntos Exteriores español aclaró que, por el momento, no prevé actualizar sus advertencias. En su sitio oficial recuerda que "permanecer en Estados Unidos más allá del período de tiempo autorizado por las autoridades norteamericanas en cada caso es una violación de las leyes de inmigración del país, y puede traer consecuencias graves, como no poder volver a los Estados Unidos o ser detenido y/o deportado".
Casos que encendieron la alarma
Entre los detenidos figuran la berlinesa Jessica Brösche, quien pasó seis semanas en un centro migratorio; Lucas Sielaff, un joven alemán que estuvo recluido 16 días; y Fabian Schmidt, residente permanente en Estados Unidos cuya familia denunció malos tratos durante su detención.
Los incidentes también alcanzaron a turistas británicos, como Becky Burke, quien estuvo "retenida 19 días en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) del estado de Washington", según relató su familia a la BBC.
Pedro Ríos, director del Comité de Servicio de los Amigos Americanos, advirtió a la agencia AP: "Es definitivamente inusual que estos casos estén tan cerca el uno del otro, y la justificación para detener a estas personas no tiene sentido. No justifica el trato y las condiciones abominables".
Turismo europeo en riesgo
Un informe de la firma Tourism Economics alertó recientemente que los viajes de europeos hacia Estados Unidos "son susceptibles de caer" este año debido tanto a las tensiones comerciales como a la percepción negativa de las nuevas políticas migratorias.
Las medidas, sumadas a las experiencias de turistas detenidos y deportados, generan incertidumbre en un sector clave para la economía estadounidense, donde el turismo internacional representa miles de millones de dólares anuales.
En palabras de Lennon Tyler, pareja del turista alemán Lucas Sielaff, "lo que ocurrió en la frontera fue un abuso flagrante del poder de la Patrulla Fronteriza". Declaraciones como esta, junto con las advertencias oficiales de gobiernos europeos, reflejan un clima de creciente desconfianza hacia Estados Unidos como destino turístico.