El nacimiento de tres polluelos del ave más rápida del planeta quedó documentado en una de las torres de la Sagrada Familia de Barcelona. Son halcones peregrinos, una especie protegida integrada en un consolidado programa de conservación promovido por el Ayuntamiento de Barcelona y Galanthus Natura desde 1999.

Desde que se inició el proyecto de reintroducción del halcón peregrino en la ciudad, han nacido más de 250 ejemplares, un hito clave para su preservación. En la actualidad, el Ayuntamiento de Barcelona mantiene su respaldo a la iniciativa junto con la Sagrada Familia, que desde 2022 ofrece a la ciudadanía la posibilidad de seguir el ciclo de cría mediante una cámara en directo.

La conservación del halcón peregrino en el corazón de Barcelona

Desde que comenzó este programa con poco precedente de reintroducción, más de 250 halcones han nacido en la capital catalana. La pareja reproductora que habita en la Sagrada Familia se ha convertido en símbolo del éxito de este plan.

Desde 2022, una cámara permite seguir en directo el ciclo reproductivo de la pareja instalada en la Sagrada Familia. (Foto: ajuntament.barcelona.cat)

La continuidad de esta labor de conservación se vio reforzada en 2022, cuando el Ayuntamiento y la Sagrada Familia firmaron un convenio para instalar una cámara en directo sobre el nido. Donde se puede ver todo el proceso.

Actualmente, once parejas de halcones peregrinos crían en el área metropolitana de Barcelona, ocho dentro de la ciudad, dos en L’Hospitalet de Llobregat y una en Sant Adrià de Besòs. Todas han realizado puestas este año, y se espera que nazcan entre 35 y 40 crías a lo largo de la temporada.

¿Por qué es tan especial el halcón peregrino?

El halcón peregrino (Falco peregrinus) destaca por su velocidad, que puede superar los 300 km/h en picado y también por su capacidad de adaptación a entornos urbanos, como Barcelona.

  • Especie protegida en España y catalogada como “Casi amenazada” según el Libro Rojo de las Aves.
  • Se adapta fácilmente a vivir en zonas urbanas, siempre que tenga alimento y un lugar elevado para anidar.
  • Su dieta incluye aves de tamaño medio, destacando las palomas, mirlos, estorninos y gaviotas.
  • La cría se inicia temprano en el año, y los jóvenes alcanzan la independencia aproximadamente dos meses después de su primer vuelo.
  • Gracias a los proyectos de conservación, su presencia en entornos urbanos ha crecido de forma sostenida.

Además, se ha convertido en un símbolo de la biodiversidad urbana barcelonesa, que con los cuidados pertinentes puede sobrevivir en una ciudad.