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Durante años, el sistema educativo de Finlandia ha sido reconocido como uno de los mejores del mundo. El modelo apuesta por un desarrollo integral del alumno y no por una categorización según simples notas. Este enfoque, centrado en el apoyo personalizado y el bienestar del estudiante ha sido destacado por el profesor de filosofía, escritor y critico literario Rafael Narbona Monteagudo en una entrevista para el pódcast Rostros y Raíces.

En Finlandia, las matrículas universitarias y los títulos de máster son gratuitos, lo que tiene un impacto importante en el gasto público de la educación, cercano al 6% del PIB (en España, el porcentaje es de alrededor del 4,5%). Sin embargo, Narbona no enfocó su análisis en el aspecto económico, sino en otros puntos más humanos sobre el día a día en los colegios finlandeses.

El profesor explicó que en Finlandia las aulas "tienen moqueta" y "los chicos llegan y se descalzan" para sentirse más cómodos. Según infirió Narbona, son dos profesores por sala y existen mecanismos para no dejar a ningún alumno atrás: "a los chicos que van mejor, se les nombra tutores de los que van peor", y quienes ayudan a sus compañeros a mejorar también lo ven recompensado en sus propias notas.

El objetivo de humanizar las aulas

Por si eso ya fuera lo suficientemente distinto, el profesor explicó que "en el aula tienen un sitio para calentar la leche e incluso prepararse bollos". Esta simple característica ayuda a que los estudiantes sientan que los colegios son espacios acogedores en los que se sienten tranquilos y apoyados.

"Hay que humanizar las aulas", enfatizó Narbona, que considera que en España se podría aprender bastante del modelo educativo finlandés. Además, asegura que no debería haber más de 20 o 25 alumnos por aula.

Los problemas de la sociedad actual

Una de las intervenciones más virales de Rafael Narbona se dio en el pódcast "Lo que tú digas", dirigido por Álex Fidalgo. Allí, el profesor de filosofía explicó algunos de los problemas principales de la falta de cultura actual y su reemplazo directo: el entretenimiento sencillo.

"La cultura está siendo desplazada por el entretenimiento. Parece que cada vez más en estos tiempos líquidos se exigen contenidos ligeros, porque lo que se busca fundamentalmente tanto en la literatura como en cualquier tipo de actividad es pasar el rato, matar el tiempo", explicó Narbona.

Según el experto, la cultura debería servir como conductor para transmitir conocimientos, permitir la continuidad social incluso en los procesos de cambio y la clave para el diálogo, manifestándose en las artes, la música, el cine, la literatura o el diseño, entre otras muchas disciplinas.

Sin embargo, el conocimiento no parece ser la prioridad para muchas personas que se conforman con el consumo de contenidos efímeros sin intentar responder a las preguntas que desafían a la mente. "No se busca encontrar un sentido a las cosas, comprender mejor al ser humano, entender mejor el mundo en el que vivimos", lamenta Narbona.