La nueva Ley de Veterinaria en España ha dado un giro inesperado tras la sanción impuesta a un veterinario de Baleares con unamulta de 90.000 euros. Este caso se ha convertido en el primer ejemplo de la aplicación del Real Decreto 666/2023, que regula la prescripción y venta de medicamentos en clínicas veterinarias.
La ley, queexige el uso de unsistema de controlcomo PRESVET para los antibióticos, ha generado controversia, y los profesionales del sector ya empiezan a mostrar su descontento ante lo que consideran una cargaburocrática excesiva.
Primer caso de sanción por el incumplimiento de la nueva Ley de Veterinaria en Baleares
El veterinario sancionado en Baleares fue multado con 90.000 euros por no cumplir con las restricciones del Real Decreto 666/2023. Esta normativa, que entró en vigor a principios de año, establece que los veterinarios deben informar al Ministerio de Agricultura sobre cada preinscripción de antibióticos.
El presidente de la Patronal de Clínicas Veterinarias de Baleares, Andreu Oliver, confirmó que la multa es firme y que se encuentra en proceso de judicialización. La nueva ley establece un sistema más estricto para la prescripción y venta de medicamentos, especialmente antibióticos.
Sin embargo, los veterinarios sostienen que estas restricciones aumentan la carga administrativa y dificultan el tratamiento de los animales, obligando a los profesionales a justificar cada paso con procedimientos que, en ocasiones, resultan innecesarios o ineficaces.
El impacto de la nueva Ley de Veterinaria en la atención a los animales
La controversia generada por la Ley de Veterinaria se extiende más allá de la multa en Baleares. A continuación, se detallan algunos de los puntos críticos que los veterinarios consideran problemáticos:
- Aumento de la carga burocrática: los veterinarios se ven obligados a realizar trámites adicionales para justificar el uso de antibióticos, lo que retrasa los tratamientos urgentes.
- Riesgo de diagnósticos ineficaces: en muchos casos, los veterinarios deben optar por tratamientos menos efectivos debido a las restricciones, lo que puede comprometer la salud del animal.
- Desabastecimiento de medicamentos: las farmacias no siempre tienen los medicamentos necesarios, lo que obliga a los propietarios de mascotas a esperar varios días para obtenerlos, algo que podría ser fatal para los animales en estado crítico.
- Protestas en el sector: como respuesta, se ha convocado una manifestación frente al Ministerio de Agricultura el 5 de marzo en Madrid, donde se exige una modificación de la ley para evitar más sanciones y permitir una atención veterinaria más flexible y centrada en el bienestar animal.