El ser humano tiene reacciones desproporcionadas que son producidas porque el propio cerebro no puede gestionar de manera adecuada las situaciones que enfrenta, según explica la psiquiatra Marian Rojas.
Para la especialista médica, estas respuestas que tienen nivel desmedido no están relacionadas a un problema de carácter, sino a algo más bien biológico y que puede causar otros problemas como ansiedad o afectar la vida cotidiana.
Marian Rojas y las reacciones desproporcionadas en la psiquiatría
Según Marian Rojas, el origen de las reacciones emocionales fuera de lugar está en un estado constante de alerta y estrésque el cerebronopuedemanejar.
Esta situación impacta especialmente en la corteza prefrontal, la región encargada de funciones fundamentales como la concentración, la empatía y el autocontrol.
Cuando esta zona se ve afectada, disminuye la capacidad para tomar decisiones acertadas y mantener la atención necesaria en las tareas diarias. El estrés crónico puede desajustar por completo este sistema, lo que explica por qué se producen respuestas emocionales intensas e inapropiadas.
El problemano radica en la persona, sino en un desequilibrio biológico que afecta la inteligencia emocional y la fuerza de voluntad. La incapacidad para gestionar estas emociones puede conducir a episodios de ansiedad y a un estado general de frustración que dificulta afrontar los desafíos con perspectiva.
La psiquiatría ante las reacciones desproporcionadas: gestionar para mejorar
Desde el punto de vista de la psiquiatría, comprender el papel del estrés y su impacto en el cerebro es clave para manejar las reacciones desproporcionadas.
La sobrecarga emocional afecta no solo el estado de ánimo, sino también la calidad de vida, las relaciones y la capacidad para tomardecisiones.
Por ello, las estrategias terapéuticas buscan fortalecer el autocontrol y la resiliencia emocional mediante técnicas que mejoran la atención, el control de impulsos y la gestión emocional.
Marian Rojas señala que trabajar en la inteligencia emocional y reducir el estrés sostenido ayuda a restablecer el equilibrio cerebral y a vivir con mayor estabilidad.