

Si algún día soñaste con tener un árbol frutal y disfrutar de su fragancia en tu jardín, pero tienes poco espacio, te sorprenderás: te contaremos los secretos para tener un limonero en casa que brinde frutos todo el año, según un arborista y horticultor.
Por suerte, existen variedades de este pequeño árbol frutal que se adaptan mejor a los espacios interiores. Pero antes de saber cuáles son, veremos los requisitos, comunes a todos, para poder cultivarlo en tu casa.
Consejos de horticultor: requisitos para tener un limonero en casa
Según la Asociación de Jardinería Nacional de los Estados Unidos, el primer paso para el cultivo exitoso del limonero es elegir el sustratoadecuado. Es esencial que la tierra sea fértil, bien drenada y ligeramente ácida.

Para mejorar el drenaje, puedes añadir perlita, grava o gravilla, que ayudan a mantener la humedad justa sin que el agua se acumule.
La ubicación es otro factor vital. Este árbol necesita recibir abundante luz,por lo que debes colocarlo en un lugar donde pueda disfrutar de varias horas de sol directo al día. Si se cultiva en maceta, procura que esta sea lo suficientemente grande para permitir un buen desarrollo de las raíces
Por último, es clave podarregularmente el árbol para mantener su forma y estimular la producción de frutos y evitar plagas. Se sugiere realizar podas ligeras al final del invierno, eliminando ramas secas, débiles o mal orientadas.
Cuáles son las variedades de limoneros ideales para tener en casa
Estas 2 variedades podrás cultivarlas en casa sin problema:
- Ponderosa: aunque es un árbol pequeño, produce frutos de gran tamaño, algunos de hasta un kilo de peso.
- Meyer: su fruto es más dulce que un limón común, justo para su uso culinario. Y su tamaño compacto lo hace ideal para maceta.

Tendrás que recordar, además, que un factor importante para el cultivo del limonero es el riego adecuado. Este árbol necesita equilibrio entre humedad y drenaje.
Tienen que evitar encharcamientos, ya que las raíces pueden pudrirse si están en permanente contacto con agua. Por ello, se recomienda regar solo cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.












