Cada vez más personas buscan remedios naturales para tratar dolores musculares y articulares sin recurrir a medicamentos. En ese camino, la menta se ha ganado un lugar privilegiado.
Conocida por su aroma fresco y su sabor intenso, esta planta también esconde un poderoso secreto: su capacidad para aliviar el dolor de muñeca y otras molestias articulares gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Además de ser fácil de conseguir y de incorporar en la vida diaria, la menta destaca por ser una fuente vegetal rica en nutrientes esenciales como el calcio y el colágeno, clave para mantener la salud ósea y la flexibilidad de las articulaciones. Su aceite esencial, cargado de mentol, tiene efectos casi inmediatos cuando se aplica en la zona afectada.
La mejor hierba medicinal para aliviar el dolor de muñecas: repleta de calcio y colágeno
El compuesto activo más importante de la menta es el mentol, un elemento natural que actúa como antiinflamatorio y analgésico. Gracias a estas propiedades, la menta es ideal para tratar molestias localizadas, como el dolor de muñeca provocado por artritis, tendinitis o uso repetitivo de las manos.
"El mentol produce un efecto refrescante que mejora la circulación y reduce la inflamación", explican desde la comunidad de fitoterapia. Al aplicarse sobre la piel en forma de aceite o crema, la menta penetra rápidamente y alivia el dolor de forma natural.
Aunque muchas personas asocian el calcio y el colágeno con productos de origen animal, la menta es una fuente vegetal que sorprende por su aporte de estos nutrientes. El calcio es esencial para la salud ósea, mientras que el colágeno favorece la elasticidad de tendones, ligamentos y tejidos conectivos.
"La menta es una de las hierbas más completas cuando se trata de cuidar tus articulaciones", destacan herboristas. Esto la convierte en una opción muy valorada para quienes buscan reforzar huesos y articulaciones sin recurrir a suplementos artificiales.
Cómo consumir la menta para aprovechar sus poderes antiinflamatorios
La menta puede utilizarse de varias formas, tanto de forma interna como externa, para aprovechar todas sus propiedades curativas. Estas son algunas de las más efectivas:
Infusión de menta
Es la forma más simple y tradicional. Solo necesitas calentar agua, añadir hojas frescas de menta y dejar reposar unos minutos. Esta bebida no solo es relajante, también ayuda a reducir la inflamación desde dentro.
Aceite esencial de menta
Ideal para aplicar directamente en la zona afectada. Se recomienda diluir unas gotas en aceite base (como aceite de coco o de almendras) y masajear suavemente la muñeca o cualquier otra articulación dolorida.
Batidos y smoothies con menta
Incluir hojas frescas de menta en tus batidos aporta sabor y beneficios extra. Combinada con frutas como plátano o naranja, refuerza el aporte de calcio y mejora la salud ósea.
Suplementos naturales
Para quienes prefieren una opción práctica y concentrada, existen cápsulas de menta disponibles en herboristerías y farmacias. Son útiles para quienes no tienen tiempo de preparar infusiones o ungüentos.