

Investigadores de la Universidad de Michigan han descubierto que los dinosaurios formaron una parte clave en la creación de los paisajes naturales actuales.
Por su parte, los investigadores han identificado cinco nuevas secciones del límite Cretácico-Paleógeno (KPB) en el interior occidental de Norteamérica, proporcionando datos clave sobre los cambios ambientales que acompañaron a la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años.
El estudio ha sido publicado en la revista Communications Earth & Environment. Allí, revelan que estas secciones fueron detectadas mediante anomalías vinculadas al impacto del asteroide Chicxulub y ofrecen un registro detallado de la transición entre los estratos del Cretácico superior y el Paleógeno inferior.
Las cuencas Bighorn y Williston muestran que los estratos superiores del Cretácico reflejan suelos anegados y depósitos de ríos serpenteantes inestables, mientras que los del Paleógeno muestran pantanos de carbón y depósitos fluviales amplios y estables.

Estos cambios sedimentarios no parecen estar directamente relacionados con factores abióticos como la tectónica o las transgresiones marinas, sino con la desaparición de la megafauna de dinosaurios que mantenía abiertos los hábitats mediante el pisoteo y el desarraigo de vegetación.
Dinosaurios: cómo influyeron en el cambio sedimentológico
El hallazgo refuerza la idea de que la megafauna de dinosaurios, especialmente los herbívoros de gran tamaño, desempeñaba un papel crucial en la estructura de los ecosistemas terrestres.
La repentina desaparición de estas especies no aviares coincidió con cambios significativos en los sistemas fluviales y la sedimentación, lo que permitió la expansión de bosques densos y la acumulación de estratos ricos en materia orgánica en el Paleógeno temprano.
Este patrón se observa de manera consistente en diversas cuencas del interior occidental, desde Wyoming hasta Montana, lo que indica un fenómeno geográficamente extendido.
Dinosaurios: qué revela el descubrimiento sobre esta especie
Los resultados sugieren que los dinosaurios funcionaban como "ingenieros de ecosistemas", modificando activamente la estructura de la vegetación y la dinámica fluvial. La transición sedimentológica registrada en estas secciones demuestra cómo la extinción masiva no solo eliminó especies, sino que provocó una reorganización abrupta de los ecosistemas.
Además, la aparición generalizada de bosques densos en el Paleógeno temprano podría haber influido en la posterior diversificación de plantas con flores y la evolución de mamíferos arbóreos y frugívoros.
Este enfoque resalta la interacción entre la biota y los procesos geológicos, mostrando que la vida misma puede moldear la estructura de los paisajes y la sedimentación, en un ciclo de retroalimentación entre organismos y su entorno.

Dinosaurios: cómo se llevó a cabo la investigación
Los investigadores han combinado análisis de minerales y fósiles de vertebrados con estudios sedimentológicos detallados para caracterizar los cambios.
En cada sitio, se documentaron tanto los depósitos de ríos serpenteantes del Cretácico superior como los canales amplios y estables del Paleógeno inferior, junto con la presencia de carbones persistentes lateralmente que indican pantanos y acumulaciones orgánicas.
Esta metodología permitió establecer la sincronía entre la extinción de los dinosaurios y los cambios geomorfológicos y sedimentológicos, ofreciendo un panorama más completo de los ecosistemas continentales en la transición Cretácico-Paleógeno.













