

En un mundo donde las predicciones meteorológicas dependen de satélites y modelos computacionales, los habitantes del Pirineo aragonés siguen confiando en señales más terrenales.
Desde tiempos ancestrales, los pastores de la región han observado que ciertos comportamientos animales pueden anticipar cambios en el clima. Uno de los ejemplos más curiosos es el de las gallinas, que, según un refrán local, se revuelcan en la tierra seca justo antes de que comience a llover.
Un refrán con base empírica
Los ganaderos aragoneses tienen un refrán que se ha popularizado en el resto del país: "Si se revulcan as gallinas, ya tiens l'agua encima"("Si se revulcan las gallinas, ya tienes el agua encima")
Esta frase, que proviene de la localidad de Salas Altas (Huesca), ha sido transmitido de generación en generación entre los habitantes del Somontano y la montaña oscense.

La observación es sencilla pero efectiva: cuando las gallinas comienzan a revolcarse con insistencia en la tierra seca, es señal de que la lluvia está próxima.
Este comportamiento se interpreta como una forma de las aves de prepararse para la humedad inminente, buscando proteger sus plumas y regular su temperatura corporal.
Aunque no existe una explicación científica definitiva, la correlación entre este comportamiento y la llegada de la lluvia ha sido suficiente para que los pastores lo consideren un indicador fiable.
La sabiduría de los pastores
Los ganaderos del Pirineo han desarrollado una relación íntima con su entorno, aprendiendo a interpretar las señales de la naturaleza para anticipar fenómenos meteorológicos.

Otros animales también muestran comportamientos que pueden indicar cambios en el clima: las vacas suelen tumbarse en el suelo antes de una tormenta, mientras que las ranas intensifican su croar y los grillos modifican la frecuencia de sus chirridos en función de la temperatura.
Estas observaciones, aunque empíricas, han demostrado ser útiles para quienes viven en estrecho contacto con la naturaleza.
Preservando el conocimiento ancestral
En la era de la tecnología y la información instantánea, es fácil olvidar la importancia de los conocimientos tradicionales. Sin embargo, los refranes y observaciones de los pastores del Pirineo recuerdan que la naturaleza ofrece pistas valiosas sobre su comportamiento.
Preservar y valorar estas tradiciones no solo es un homenaje a la sabiduría de nuestros antepasados, sino también una forma de enriquecer nuestra comprensión del mundo natural.















