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Europa se prepara para una transformación histórica en su red de transporte en tren. El grupo Copenhague 21st Europe ha presentado el proyecto Starline, una propuesta que busca construir una red de tren de alta velocidad de 22.000 kilómetros para conectar 39 destinos en el continente antes de 2040.

Este nuevo sistema ferroviario está diseñado para mejorar la movilidad internacional dentro de la Unión Europea, con trenes que alcanzarían velocidades de hasta 400 km/h y atravesarían países como Alemania, Finlandia, Francia, España o Italia en pocas horas.

Starline: el tren de alta velocidad que cambiará la conectividad en Europa

En 2023, alrededor de 8.000 millones de personas viajaron en tren de altavelocidad en todo el mundo, pero solo un 9% de esos trayectos cruzaron fronteras dentro de Europa. Esta cifra refleja una de las principales deficiencias del sistema ferroviario europeo: su fragmentación.

El sistema, ideado como una red de metro a escala continental, busca que las conexiones sean tan accesibles como las de una ciudad. Los trenes azules de Starline estarán divididos en distintos espacios para mejorar la experiencia del pasajero y circularán por cinco líneas principales codificadas por colores.

Cada país europeo deberá contar con al menos una estación preferiblemente fuera de las grandes ciudades, mientras que las naciones con más peso económico o industrial podrán tener varias conexiones.

Una apuesta para el futuro del transporte en Europa

El desarrollo de la red de tren de alta velocidad Starline forma parte de una visión a largo plazo para consolidar un sistema de transporte más eficiente, sostenible e interconectado en Europa.

La iniciativa busca mejorar los trayectos entre capitales, pero también reforzar la cohesión territorial y facilitar la movilidad dentro del espacio europeo. Al reducir la dependencia del transporte aéreo, el proyecto también se alinea con los objetivos climáticos de la Unión Europea, ofreciendo una alternativa más ecológica y accesible.

Además, Starline se perfila como un motor de desarrollo económico e integración regional, especialmente para aquellos países con infraestructuras ferroviarias menos avanzadas.