

El alimochecanario, conocido también como guirre, es unave rapazaespañola endémica de las Islas Canarias que estuvo al borde de la extinción. Su población, que en las últimas décadas se redujo drásticamente, ha comenzado a repuntar gracias a un importante esfuerzo de conservación.
A pesar de laamenaza de venenos, colisiones y electrocuciones, esta ave ha logrado sobrevivir y, recientemente, ha mostrado un cambio clave en su ciclo reproductivo que podría ser la clave para asegurar su futuro.
Este cambio, revelado por científicos que han estado monitoreando a la especie, ha permitido que el alimoche canario se adapte mejor a los retos reproductivos que enfrenta. Con su población creciendo de 150 a 400 ejemplares, el guirre es esencial para la biodiversidad local y también desempeña un rol vital en el equilibrio ecológico de las islas.
El gran cambio reproductivo del alimoche canario y su impacto en la supervivencia de la especie
El alimoche canario ha experimentado un fenómeno reproductivo único que ha sido fundamental para su recuperación, la aparición de una nueva estructura de cría, conocida como poliandria.

Tradicionalmente monógamo, el guirre ahora forma grupos de cría compuestos por una hembra y hasta dos machos. Este comportamiento inusual es una respuesta a un desajuste en la proporción de sexos dentro de la especie, un fenómeno que podría estar ayudando a mejorar las posibilidades de reproducción en una población limitada.
El cambio en el ciclo reproductivo del alimoche canario podría ser importante para su supervivencia. Cuando el número de machos y hembras no es equilibrado, las especies monógamas enfrentan mayores dificultades para reproducirse con éxito.
Desafíos pendientes en la conservación del alimoche canario
A pesar del éxito en la recuperación de la población del alimoche canario, esta especie sigue enfrentando desafíos clave que podrían amenazar su futuro. Aunque la cifra de ejemplares ha aumentado de 150 a 400, la supervivencia de esta ave sigue siendo frágil.

Las amenazas, como el veneno utilizado en la caza ilegal, las colisiones con cables eléctricos y la alteración de su hábitat natural, continúan afectando su bienestar. La lucha por asegurar un futuro para el alimoche canario está lejos de concluir.
La mejora en la población del guirre ha sido un éxito, pero su futuro depende de continuar con las estrategias de protección y conservación.
Las autoridades y los científicos continúan trabajando para reducir el uso de venenos y proteger las zonas donde habita el alimoche.
Es fundamental mantener programas educativos para sensibilizar a la población local sobre la importancia de esta especie para el ecosistema.












