En esta noticia

En España, la movilidad urbana está en constante transformación, impulsada por la tecnología y los cambios regulatorios que buscan equilibrar la tradición con la innovación en el transporte de pasajeros. Estos debates afectan a millones de ciudadanos y son el centro de intensas pugnas políticas y económicas en todo el mundo.

En este contexto, la Generalitat de Cataluña ha presentado una propuesta de ley que busca poner fin a la disputa histórica entre el sector del taxi y los vehículos de transporte con conductor (VTC), como Uber, Cabify y Bolt.

Esta iniciativa recortará de forma radical el margen de acción de estas plataformas, impactando especialmente en Barcelona, donde las licencias para trabajar en este sector se reducirán.

El Gobierno busca una "convivencia ordenada", manteniendo el rol central del taxi en la movilidad urbana e introduciendo el requisito B1 de catalán.

Los cambios clave que podrían restringir a Uber y Cabify

El texto legal establece condiciones muy estrictas que limitan a los servicios VTC a un rol complementario y mayormente interurbano. Las condiciones que fijan las restricciones de uso:

  • Prohibición de Operar en la Ciudad: los VTC no podrán operar en el transporte urbano.
  • Contratación Mínima Obligatoria: se exige una reserva con un mínimo de dos horas de antelación.
  • Duración del trayecto: el trayecto reservado debe ser de, al menos, una hora de duración.

En la práctica, esta ley relega a estos servicios a traslados interurbanos con precontratación. En la capital catalana, el ajuste supondría pasar de 900 a solo unas 300 licencias activas. La ley se implementará de forma progresiva hasta 2026, con excepciones puntuales, como durante el Mobile World Congress. El objetivo es una “convivencia ordenada”.

Qué introduce esta nueva normativa para los taxis

La propuesta del Parlament no solo restringe a las VTC, sino que también endurece las condiciones para el sector del taxi. Entre las novedades, se incluye la exigencia de acreditar un nivel B1 de catalán para acceder a la licencia.

Asimismo, se refuerza el régimen sancionador contra irregularidades en el sector, como el cobro de tarifas no autorizadas.

Todos los vehículos de transporte de pasajeros, incluidos taxis y VTC, deberán incorporar sistemas de geolocalización. Esto busca garantizar el cumplimiento de la normativa y fortalecer el control administrativo.

La reacción furiosa del sector: “Se perderán miles de empleos”

Las empresas y asociaciones de vehículos de transporte con conductor han mostrado un rechazo contundente a la propuesta. La patronal Unauto VTC ha calificado la propuesta como “antisocial” y “contraria al interés general”. Además, advierten que esta medida podría resultar en el cierre de cientos de empresas y la pérdida de miles de empleos.

Plataformas como Uber y Cabify advierten que la reducción del 66% de licencias agravará la "escasez endémica" de opciones de transporte en la ciudad.

Uber, Cabify y Bolt sostienen que la ley hará que la Ciudad Condal retroceda en materia de movilidad. Las plataformas recuerdan que su servicio no compite de manera directa con el taxi, sino que lo complementa. Alertan que esta reducción agravará la “escasez endémica” de transporte.

Es importante aclarar que Barcelona cuenta con uno de los ratios más bajos de taxis y VTC por habitante en Europa: 3,4 vehículos por cada mil residentes, una cifra muy inferior a la de ciudades como París o Londres.