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Los sistemas de climatización se han convertido en una necesidad en muchas viviendas, especialmente durante los meses de calor extremo. Sin embargo, no todos los métodos de instalación están permitidos por la ley, y las decisiones unilaterales pueden acarrear consecuencias legales.
Desde octubre de 2025, se aplica en España una nueva normativa que prohíbe colocar aparatos de aire acondicionado en las fachadas de los edificios sin una autorización previa. La medida busca preservar la estética y la seguridad de los inmuebles, según lo establecido en la Ley de Propiedad Horizontal, publicada en el Boletín Oficial del Estado.
Por qué ya no se puede instalar aire acondicionado en la fachada
La clave está en el artículo 7 de la ley, que establece que ningún propietario puede modificar elementos comunes del edificio, como la fachada, sin permiso expreso de la comunidad. El objetivo es proteger la uniformidad visual y estructural de los inmuebles, evitando alteraciones que afecten al conjunto.
Esta disposición afecta directamente a quienes planean instalar equipos exteriores en balcones, ventanas o muros visibles desde el exterior. Expertos en derecho inmobiliario recuerdan que, incluso cuando el aparato se coloca en una zona privativa, si impacta la estética general del edificio, también se considera ilegal.
Cuál es la vía legal para poder instalar un aire acondicionado
Existe una vía legal para quienes no quieran renunciar a la instalación: presentar un proyecto ante la comunidad de vecinos. Este debe detallar el modelo de aire acondicionado, su ubicación y el impacto visual previsto.
La propuesta será sometida a votación en junta de propietarios. Para aprobarse, debe contar con las mayorías requeridas por la ley, lo cual varía según cada caso. Aunque la autorización no está garantizada, abrir el diálogo reduce el riesgo de sanciones o conflictos posteriores.
Qué ocurre si se ignora la norma y se instala igual
Colocar un aparato en la fachada sin permiso puede acarrear consecuencias graves. La comunidad está facultada para exigir su retirada inmediata y, de no cumplirse, iniciar acciones legales.
Los tribunales suelen fallar a favor de las comunidades, obligando al infractor no solo a quitar el equipo, sino también a pagar posibles sanciones e incluso reparar daños ocasionados durante la instalación. Ignorar la normativa puede salir caro, tanto en términos legales como económicos.
Qué alternativas legales existen para climatizar la vivienda
Frente a esta prohibición, los propietarios aún disponen de soluciones viables. Una opción es optar por aires acondicionados portátiles o splits sin unidad exterior visible, que no requieren intervenir en la fachada.
También es posible instalar los equipos en zonas comunes habilitadas, como patios interiores o cubiertas, siempre que se cumpla con los requisitos de la comunidad. Además, cada vez más edificios nuevos incorporan preinstalaciones ocultas que evitan este tipo de conflictos y se ajustan a la normativa desde el diseño.
Esta medida refuerza el papel de la comunidad en la conservación del entorno arquitectónico y obliga a los propietarios a informarse antes de tomar decisiones.