Repetida ucronía en el randazzismo, por estas horas post-comicios, imaginarse qué hubiera pasado si Cristina Fernández de Kirchner accedía a las PASO que no fueron. Mientras el Gobierno continúa criticando el costo de realizar las primarias abiertas, mecanismo electoral implementado por sus antecesores, terminó festejando en parte por ellas el domingo. A pesar de renegar contra las PASO, tanto el oficialista Cambiemos como Unidad Ciudadana (UC) se potenciaron en los distritos bonaerenses en los que permitieron más de una lista.

Como parte de su estrategia, ambos frentes, que dirimirán sus puestos finales en el escrutinio definitivo, habilitaron las PASO para los Concejos Deliberantes en los municipios que no gobiernan (si bien hay excepciones a la regla). Así lograron repartirse las celebraciones en una veintena de los 135 municipios bonaerenses, cuando en realidad el precandidato ganador fue el de otra fuerza política. El fenómeno no sólo se produjo al interior de la provincia sino que se replicó en el resto del país. De esta manera, Agustín Rossi es la cara visible de la victoria K en Santa Fe aunque, sin contar sus dos competidores internos, no sacó más votos que su oponente de Cambiemos. Con su experiencia ante el socialismo gobernante (ya le ocurrió una vez antes) el ex diputado sabe que no hay garantías de retener en las generales el 100% de los votos que sacó una alianza en una primaria.

Volviendo a la provincia de Buenos Aires, en Berisso, la PASO cristinista le permitió ganar en el tramo del Concejo Deliberante frente al Cambiemos del intendente local Jorge Nedela, que viene de arrebatarle el distrito al PJ en 2015. La lista más elegida de UC consiguió 8.880 votos y la del oficialismo 17.443. Hacia la izquierda de la boleta, Cristina Kirchner ganó en la categoría del Senado pero Graciela Ocaña, la de Diputados.

En Pilar, del PRO Nicolás Ducoté, el cristinismo habilitó cuatro listas locales: la más votada logró 22.591 sufragios, menos de la mitad que la papeleta de Cambiemos. La ex Presidenta ganó ahí por 3,38%. En cambio, no hubo transferencia en Brandsen: UC se coronó gracias a la sumatoria de dos listas locales ante Cambiemos (8.830 a 5.333) pero Cristina Kirchner perdió por 5 puntos frente a Esteban Bullrich.

UC se benefició con la multiplicidad de ofertas también en Juárez, Lezama, Patagones, Quilmes, San Vicente y Suipacha. Son 9 en total.

Cambiemos también aprovechó el sistema en Hurlingham, gobernada por el justicialista Juan Zabaleta, donde un postulante K fue el "ganador" con 34.051 votos si sólo se contaran los 28.366 de la lista 1A Amarillo, el subsecretario de Asuntos Municipales, Lucas Delfino (su PASO contabilizó 38.476).

No sólo pudo ganarle así al cristinismo. En Exaltación de la Cruz, la interna de Cambiemos se impuso frente al postulante de Defensa Comunal. Y en Hipólito Yrigoyen, el randazzista Cumplir obtuvo 1.757 sufragios pero la interna del vidalismo 2.567 con dos postulantes.

De la misma forma, la primaria de Cambiemos se coronó en Guaminí, Monte, Navarro, Pehuajó, Roque Pérez, Saavedra, San Andrés de Giles y el partido de La Costa. Once en total.