La cancelación del partido que iban a jugar este sábado la selección argentina con el combinado israelí en Jerusalén no cayó para nada bien al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que anoche se comunicó telefónicamente con el presidente Mauricio Macri para pedir explicaciones.
Aunque no hubo confirmación oficial de la AFA, los israelíes fueron notificados de la negativa del seleccionado "en solidaridad con Lionel Messi", amenazado por ciudadanos palestinos que se oponían al evento deportivo.
Palestina interpretó que este amistoso era un gesto de "diplomacia blanda" para instalar la reafirmación de Jerusalén como capital del Estado de Israel, pese a las resoluciones de Naciones Unidas que rechazan tal planteo hasta tanto no haya una salida consensuada por ambos países.
Según el diario israelí Haaretz, Netanyahu ya preveía que Argentina podía cancelar el partido y se comunicó el último jueves con Macri. El llamado se repitió ayer. Macri solo pudo indicar que la decisión fue tomada unilateralmente por la AFA y que de ningún modo debería afectar la relación política.
La semana pasada, oficiales de la Cancillería israelí vinieron a Buenos Aires e insistieron con el pedido de que la Argentina traslade su embajada de Tel Aviv a Jerusalén. El Gobierno evadió, al momento, tal demanda.