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La asunción de Javier Milei como Presidente de la Nación colmó de expectativas al sector de comercio internacional que, en los últimos meses agudizó las críticas a la administración saliente por las mayores restricciones al acceso a divisas, que llevó la deuda comercial a u$s 30.000 millones por encima a los niveles habituales.

En su primer discurso oficial, Milei asumió que "la deuda por importadores supera los 30.000 millones de dólares y las utilidades retenidas a las empresas extranjeras alcanzan los 10.000 millones de dólares".

Además, agregó que la deuda del Banco Central e YPF suman u$s 25.000 millones y la del Tesoro pendiente otros u$s 35.000 millones, adicionales. "Esto es la bomba en términos de deuda a 100.000 millones de dólares", dijo y de forma implícita dilató la promesa de campaña de "levantar el cepo" o "dolarizar" la economía.

Más allá de los lineamientos generales que esbozó el Presidente, en materia de importaciones desde la cartera de Economía asumen que se enfrentan a una "encrucijada" inclusomayor a incrementar las exportaciones algo que -confían- se puede lograr con mayor dinámica, al ofrecer un tipo de cambio más competitivo.

En tanto que, desandar el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)y la versión para servicios (SIRASE) que cruza información de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Aduana, la Secretaria de Comercio, el Banco Central (BCRA) y sus respectivas normativas, genera un desafío "mayor".

Deudas próximas y pendientes

Al margen del marco regulatorio, en un escenario de ajuste económico, el principal reto de los funcionarios que desde este lunes asumen en el área de Comercio es "evitar una mayor recesión".

En este sentido, la visión no es optimista para el corto plazo en el sector privado que se prepara para un año recesivo. "No sólo por las limitaciones de divisas", que pondrán en jaque la actividad económica, aclaró un dirigente empresario vinculado al consumo masivo.

"Se está planteando una devaluación de 100% más la inflación retenida y empresas que comenzaron a recuperar precio, la inflación no va a bajar del 20% en el primer trimestre", dijo y marcó que "se va a sentir con fuerza en el consumo".

Puntualmente, en materia de importaciones lo que se espera es un "efecto arrastre" por la imposibilidad de efectuar pagos los últimos dos a tres meses, lo que también comenzó a reflejarse entre octubre y noviembre con falta de stocks. Estiman que podría normalizarse en los próximos 4 meses, "siempre que se disponga de un calendario de pagos serio y acceso al MULC".

Por eso, frente a un escenario que continuará exigido por el nivel de divisas disponibles en el Banco Central, al menos hasta marzo que comiencen a ingresar dólares del complejo sojero,la demanda de insumos para la actividad productiva y el intento de "calendarizar" los pagos pendientes, continuará generando tensión.

Mientras el nuevo programa económico comience a correr, distintos asesores del sector privados aseguran que "el cepo importador continuará" del mismo modo que el Impuesto PAIS que actualmente grava con una tasa de 7,5% los giros al exterior de bienes y de 30% en el caso de servicios.

Aun con reversión del efecto sequia hacia fin de año -cosecha de trigo-, el alivio difícilmente pueda llegar pronto. El 2023 cerrará con un déficit comercial inferior a los u$s 6.000/7.000 millones cuando el año pasado tuvimos un superávit comercial de u$s 6.900 millones, según la proyección de Abeceb.

Urgencias

Entre los sectores más afectados, desde la consultora que dirige Dante Sica, apuntaron a la actividad química en mayor medida y a la de alimentos y salud, donde "crecen los faltantes de ciertos insumos".

"Algunos sectores que solían tener sus SIRAS criticas aprobadas el día 10 de cada mes para poder efectuar su planificación mensual de la producción solo están teniendo aprobaciones muy parciales", expresó el último informe.

Por otra parte, advirtió que ya hubo al menos dos reprogramaciones importantes de pagos de importaciones, con desplazamientos de fechas de pago de 60 días promedio.

Al mismo tiempo, en las semanas previas al traspaso de gobierno, se multiplicaron bloqueos por el código 46 (la operación no pudo ser validada) y el código 47 (el documento de origen no pudo ser validado) con mayores dificultades en la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE).

Las grandes empresas reunidas en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (Amcham), advirtieron sobre el efecto negativo que está generando la deuda comercial que estimaron en u$s 56.000 millones y pidieron al próximo gobierno la rápida liberalización del flujo de pagos futuros y un sendero "creíble" para saldar el stock de pasivos con casas matrices y proveedores.

Por su parte la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (AFAC), advirtió hoy que la acumulación de deuda comercial con proveedores de bienes y servicios del exterior, está provocando una situación por demás crítica sobre la actividad autopartista que pone en riesgo a "toda la cadena de abastecimiento".

En la misma línea, la última encuesta del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Argentina (CEU- UIA) señaló que durante octubre volvieron a predominar las empresas con caída de la producción (44%) por sobre aquellas con subas (15%).

Al analizar por subsector de la industria, sobre las 12 ramas industriales relevadas en 11 predominaron las empresas que registraron una baja en su nivel de producción, marcó el informe y apuntó a las dificultades en el abastecimiento de insumos externos.

En ese sentido, destacó que "se mantuvieron las dificultades en la gestión y sobre todo en los pagos de SIRA y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la producción, situación que tensionó la cadena de proveedores, la disponibilidad de insumos y derivó en un aumento de la deuda comercial".