En Rosario, el peronismo dirimió su interna y el liderazgo lo ganó Juan Monteverde. El líder de Ciudad Futura selló acuerdos con sectores del Partido Justicialista pero no pudo contener a los más tradicionales. Los acuerdos en puerta y la mirada del resto del peronismo que se posa sobre el rosarino.

Ciudad Futura se impuso con el 30,5% de los votos en la Ciudad de Rosario y se consolidó como segunda fuerza en la Ciudad de Santa Fe. Desde el espacio esperaban el resultado hace días, pero la algarabía igual no disminuyó por este motivo.

Monteverde se mostró exultante y la presencia de dirigentes nacionales del justicialismo se hizo notar. Para un dirigente que proviene de lo que tradicionalmente se podría llamar de izquierda o progresista, cerrar su alocución con "primero la patria, después el movimiento y por último los hombres" es una señal en una fusión peronista casi total.

El Frente Rosario sin miedo, la alianza en la Ciudad, no contó con la inclusión de los candidatos peronistas Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta. Esto restó 10 puntos a Ciudad Futura y es hoy la llave para lograr toda la unidad del PJ bajo la sombra de Monteverde. "Son cosas que cuestan, quizás por la procedencia del partido", sostuvo una fuente allegada al espacio a El Cronista.

La intención de unificar al peronismo rosarino habría tenido la intervención de una figura tan importante como la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Una fuente calificada informó a este medio que la exmandataria llamó a ambos dirigentes sin éxito.

"Me comuniqué también con el compañero Juan Monteverde que logró una gran victoria en Rosario. Mis felicitaciones a los compañeros y compañeras del peronismo santafecino por la excelente elección que hicieron también en otras ciudades del interior provincial", sostuvo la exprimera mandataria a través de un posteo en la red social X.

En su camino a la intendencia, Monteverde ya adelantó que planea acordar con todos los sectores del peronismo cordobés e incluso mantener diálogo con el actual intendente Pablo Javkin. Para varios dirigentes del PJ presentes, como Eduardo Toniolli o Germán Martínez, la victoria de Monteverde envió una señal de unidad y reformulación de discurso a nivel nacional.

En diálogo mano a mano con El Cronista, el dirigente de Ciudad Futura apuntó al 2027 como su objetivo en estas elecciones: la intendencia de Rosario.

-¿Qué significó la victoria?

Logramos representar a ese montón de gente que hasta ahora no estaba de acuerdo pero no encontraba una alternativa política. Hoy la oposición de Rosario gana las elecciones después de casi 30 años. Hoy le ganamos al intendente, al gobernador y al presidente. Bueno, ese es el camino: en Rosario, en Santa Fe y en Argentina.
Una unidad en la diversidad, sin bajar las banderas, defendiendo las causas que defendimos siempre y siendo los mismos. Bueno, creo que ese camino de coherencia y de unidad, la gente lo respeta y lo valoriza.

-Hablaste de que hubo llamados de muchos lugares del país, recibiste muchas felicitaciones. Se habló unificación del peronismo a nivel nacional. ¿Cómo debería hacerse?

Creo que lo que demostró (la victoria de Ciudad Futura) es que cuando somos capaces de unirnos, de dejar nuestras diferencias o nuestros matices, la gente acompaña. Por más grande que sea el enemigo que tenemos enfrente, el pueblo organizado y entusiasmado lo puede doblegar.

-¿Es posible una alianza con los que fueron por fuera?

Creo que esa unidad tiene que existir, que tenemos que estar todos juntos. También la gente marcó claramente los liderazgos en las distintas elecciones que se vienen dando, esa es la tarea. Yo los convoco a que juntos construyamos esa unidad en estos dos años y que juntos gobernemos en 2027.

Creo que hay algunas cosas en política que son -en la hora de los cierres de listas- por ahí complejas de entender. Si faltó tiempo, si faltó apertura, toda esa cosa tiene que estar en estos dos años. Tiempo, apertura, generosidad: va a estar. Para estar juntos.

-Hay un cambio de tono del discurso que se venía teniendo hasta ahora en la política. Dejar de lado las discusiones por candidaturas y centrarse en los proyectos. ¿Crees que esto se debería replicar a nivel nacional?

-Bueno, claramente. Me parece que tiene que haber un cambio que yo le llamo en la cultura política: discutir más las ideas que los nombres. Discutir las cosas en otro tono, hablar más tranquilo no significa tener menos convicciones y gritar menos no significa ser menos fuerte.

Que la fortaleza tiene que ver con cuán genuino sea un proyecto, de dónde venga, cómo se construye. Bueno, creo que ese cambio en la cultura política es el que nos va a dar la salida, no solo a Rosario. Creo que también al conjunto.

- Esta jornada finalizó con una participación de solamente el 50% de los votantes ¿Porqué pensás que se da este fenómeno? ¿Es un problema?

Fueron muchos años de ilusiones y desilusiones, de promesas incumplidas. Entonces es lógico que, si la gente ve que gane quien gane ellos tienen que salir a trabajar igual, y no ven una conexión entre lo que pasa en la política y en su vida cotidiana pase esto.

Yo le quiero decir a esa gente que hoy no fue a votar que voy, en estos dos años, a convencerla de que en las elecciones hay cosas importantes en juego. Y que los entiendo. Creo que llegó el momento de que la política empiece a hablar de nuestros problemas, de nuestra vida, de nuestros anhelos, de nuestros sueños.

-La campaña arrancó con "Acá falta un intendente", la idea es posicionarse para 2027. ¿Te preocupa el crecimiento de La Libertad Avanza? ¿Esperas enfrentarlos a ellos más que a Javkin?

-Sí. A ver, creo que claramente lo que se viene en 2027 es La Libertad Avanza contra nosotros y creo que Rosario jamás votaría una opción como la que representa el presidente Milei, in modelo de crueldad.
Creo que Rosario tiene otra tradición, otra sensibilidad, otra historia. Por eso creo que si hoy el candidato del presidente -en teoría su mejor momento, con un candidato de la televisión- no nos ganó, es porque no nos va a ganar nunca.

-Hablaste con Javkin, vas a tener una reunión este lunes. ¿Cuáles son los puntos principales que crees que tiene que haber en esa charla?

-No. Creo que lo primero es esto: retomar el diálogo, que se termine la censura, que se termine perseguir al que piensa distinto. Esa es la condición mínima de la democracia, sin eso es imposible trabajar en los temas concretos.

Yo creo que hay que avanzar en eso. Hay una agenda de la autonomía de la ciudad, de la reforma de la Constitución, la forma en la que nos organicemos para el futuro son debates claves que vamos a poder en estos dos años trabajarlos para por lo menos aliviar un poco la situación de nuestra gente.