A pesar de las recientes intervenciones externas, el esquema cambiario está mostrando claros signos de agotamiento y enfrenta una encrucijada inminente, con las elecciones en el horizonte, donde, según Marina Dal Poggetto, directora de EcoGo, el plan del Gobierno para el dólar ya agotó su oxígeno.
En una entrevista con Portfolio Personal Inversiones (PPI), explicó que la estrategia inicial del gobierno, un shock controlado manteniendo los controles de capitales, tuvo una falla fundamental: el forzamiento del atraso cambiario.
"Forzaste el atraso cambiario de una forma, a mi juicio, innecesaria", sentenció la economista. Y agregó: "Eso provocó que el plan dejara de acumular dólares y comenzara a hacer agua, creando la vulnerabilidad que obligó a buscar un salvataje de emergencia".
La ayuda externa: un salvataje con fecha de vencimiento
La intervención de Estados Unidos llegó como una medida estratégica para evitar una crisis mayor, pero Dal Poggetto evalúa este apoyo como un parche que no resuelve el problema de fondo.
La economista ilustra la precariedad de este salvataje al señalar la necesidad de anuncios cada vez más potentes y frecuentes para mantener la calma: "requerís tuits cada vez más seguidos para sostener, más seguidos y más fuertes, cada vez más seguidos más fuertes".
La encrucijada entre recesión o devaluación
El Gobierno se encuentra atrapado en un complejo equilibrio entre el dólar y la tasa de interés. Para sostener el tipo de cambio se ha recurrido a tasas muy elevadas que están induciendo una fuerte contracción económica, con una caída sostenida desde marzo.
Dal Poggetto advierte que la combinación de dólar y tasa está llevando la economía a un nivel de recesión que no es tolerable. "Mientras tanto, el mercado ya anticipa un cambio de régimen posterior a las elecciones, lo que alimenta aún más la presión sobre el dólar, precisó.
La política por encima de la economía
La solución a esta encrucijada no reside únicamente en la técnica económica, señala la titular de EcoGo. En su opinión, la clave está en la interdependencia de tres vértices: la macroeconomía, la microeconomía y la gobernabilidad.
El problema, explica, es que la política actual está rompiendo esa sinergia. "Vos acá con este esquema macro terminaste de reventar la micro. Esa destrucción del sector privado genera una agenda de gobernabilidad que está siendo dañada por la propia micro", añadió.
Sin un reordenamiento político que permita "alargar el horizonte", ninguna solución será viable.
"El futuro del dólar no se va a decidir en los mercados, expresó. Y concluyó: "Si vos me preguntas dónde va el régimen cambiario, decime cómo se ordena la política y te digo después cómo se ordena el régimen cambiario".