A 70 días de la anterior medida de fuerza de la CGT disidente, con otro paro del Transporte que paralizó parte del país, el Gobierno repartió críticas y buscó minimizar su impacto (sólo el 20% no fue a trabajar, según el relato oficial) por igual. Con Cristina Fernández de Kirchner a 11.700 kilómetros de distancia, el coro de reproches quedó a cargo del elenco K en su doble rol: funcionarios y precandidatos. Elevaron su voz los presidenciables Florencio Randazzo (ministro de Transporte e Interior), Daniel Scioli (gobernador bonaerense) y los aspirantes provinciales, Aníbal Fernández (jefe de Gabinete) y Julián Domínguez (titular de Diputados). El resto, salvo el encargado de Trabajo Carlos Tomada, se llamó a silencio. Por lo bajo, festejaban la polémica confesión de Luis Barrionuevo (ver aparte) y, revitalizados en las encuestas, confían en salir indemnes sin negociar mientras la economía no trastabille.
Con Cristina Kirchner en pleno vuelo tras cerrar su gira por Italia, que ayer inauguró el pabellón argentino de la Expo Milán 2015 (con polémica incluida por una denuncia por supuesta malversación de fondos) luego de reunirse casi dos horas con el papa Francisco, desde una vacía Casa Rosada se comenzaron a enviar las invitaciones al acto presidencial de hoy. Si hay una réplica institucional al paro, no tardará en llegar, con las cada vez más frecuentes quejas de la mandataria a gremialistas opositores. "Espero que a partir del 10 de diciembre, los mismos dirigentes sindicales pongan la misma fuerza para defender los beneficios que los trabajadores han logrado en estos años", les reclamó el pasado 25 de mayo.
"No hace falta parar un país para obtener un derecho", afirmó Domínguez, al tiempo que sostuvo que "la mayoría de los argentinos no quiere perder un día de trabajo". Luego de que su archienemigo Randazzo sentenciara que Hugo Moyano y Cía "decretaron la prisión domiciliaria de millones de argentinos", un Scioli más kirchnerista que nunca se lamentó: "Es un día triste y amargo".
Fiel a la tradición oficial de desviar la mirada pública, aún cuando también sea negativo, Aníbal F. redobló ayer la cuestionada medición de pobreza de Cristina Kirchner, al afirmar que Argentina "tiene menos pobreza" que Alemania, con una polémica que opacó en los medios a la medida de fuerza.