Se está volviendo una práctica común que, alterando las condiciones de los contratos originales, los bancos y las emisoras de tarjetas de crédito en primer lugar, seguidos por prestadoras de servicios varios, dejen de enviar sus estados de cuenta impresos en papel. Sin preguntarle al cliente o tratando de embaucarlo con pretextos ecológicos. Aunque el usuario insista en solicitar la documentación impresa y por correo, se omiten esos envíos, y no es inusual que así se caiga en faltas involuntarias de pago. No todo cliente es un experto en gestiones por internet para averiguar qué está pasando con su cuenta.

Lamentablemente esta imposición de las comunicaciones electrónicas se está imponiendo hasta en ámbitos gubernamentales. Por ejemplo, el gobierno porteño organiza espectáculos gratuitos en sitios de capacidad limitada y sólo se puede reservar por internet (hasta con un buscador determinado). Si no se posee PC y computadora, o no se tiene acceso a esos medios, o lo que es más, no se los sabe manejar, un ciudadano queda excluido.

Según el Censo de Población 2010 el 53% de los hogares no poseen computadora (más grave aún, el 9% de la población que reside en zonas rurales de escaso o nulo nivel de conectividad a sistemas de comunicación no físicos). Todos esos ciudadanos ¿deben quedar excluidos de hacer transacciones bancarias, con tarjetas de crédito, de acceder a servicios, y también a beneficiarse con espectáculos gratuitos?

Por sentido común y por estricta justicia, lo sano y lógico es que las comunicaciones para los usuarios de cuentas bancarias, de tarjetas de crédito, y también para los consumidores de servicios públicos, y los contribuyentes en sus respectivas jurisdicciones, lleguen obligadamente en soporte papel. Si se quiere agregar la vía electrónica en los casos que sea posible, lo que abunda no sobra. Y sólo si el consumidor o el usuario lo exigen explícitamente usar el soporte electrónico.

Los avances de la tecnología son instrumentos de progreso mientras no se conviertan en armas para perjudicar personas y excluirlas socialmente... por no tener las capacidades y las disponibilidades que esos avances exigen.

FIDEL JUAN ALBERDI

DNI 7607229