

La combinación de cáscaras de huevo y café molido se ha convertido en un fertilizante casero altamente efectivo. Esta mezcla aporta nutrientes esenciales, mejora la estructura del suelo y promueve un crecimiento más saludable de las plantas, convirtiéndose en la alternativa ecológica perfecta para huertos y macetas.
La mezcla no solo es económica y fácil de preparar, sino que también ayuda a mantener un jardín sostenible y libre de químicos agresivos.
Al aprovechar residuos domésticos como cáscaras de huevo y café usado, se fomenta la reutilización y se potencia la salud del suelo y de las plantas de manera natural.
Ingredientes necesarios para preparar el fertilizante casero
Para elaborar este fertilizante natural, se necesitan dos ingredientes principales:
- Cáscaras de huevo: aportan calcio, que fortalece las raíces y los frutos de las plantas.
- Café molido usado: aporta nitrógeno, necesario para el desarrollo de hojas y tallos, y mejora la retención de humedad del suelo.
Ambos ingredientes son fáciles de conseguir y no generan costos adicionales, ya que suelen ser residuos domésticos.

Cómo preparar el fertilizante paso a paso
- Triturar las cáscaras de huevo: lavar y secar las cáscaras, luego triturarlas hasta obtener un polvo fino.
- Secar el café molido usado: es importante que el café no esté húmedo para evitar moho.
- Mezclar los ingredientes: combinar el polvo de cáscara con el café molido en proporciones similares.
- Aplicar al suelo: distribuir la mezcla alrededor de las raíces de las plantas o incorporarla al compost para mejorar la fertilidad general.
Beneficios adicionales y recomendaciones de uso
Además de aportar calcio y nitrógeno, la mezcla estimula la actividad de microorganismos beneficiosos en el suelo, acelerando la descomposición de materia orgánica y promoviendo un ecosistema saludable para las plantas.

Es recomendable aplicar el fertilizante cada pocas semanas, especialmente en cultivos de frutas, verduras y plantas ornamentales.












