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En varias economías, el uso del dólar se ha reducido notablemente. En lugar de presentarlo como una medida inesperada, se trata de una dinámica que en el último tiempo gana terreno y que, para algunos, puede transformar las prácticas habituales. No se trata de una crisis repentina, sino del resultado de políticas crecientes que promueven el uso de divisas locales.

Lo interesante es que este fenómeno en torno al dólar no surge de la nada, sino como parte de un ajuste estratégico que distintos países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) han implementado durante el último año. La influencia del dólar se encuentra en retroceso dentro de ciertas operaciones, aunque todavía no se puede hablar de su desaparición total.

Lo que parece un cambio gradual encierra una razón más profunda: estos países buscan fortalecer su soberanía financiera y correr el foco del dólar. Pero el verdadero trasfondo de esta decisión se revela en la siguiente sección, donde veremos qué implica dejar atrás el dólar en la práctica.

Decenas de países se despiden del dólar

Varios países de la CEI como Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia, Azerbaiyán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán, Moldavia y Turkmenistán han decidido restringir el uso del dólar en sus transacciones bilaterales, reduciendo drásticamente la dependencia histórica de esta moneda.

La medida, que ya se refleja en que más del 85 % del comercio interno entre los miembros usa monedas locales, apunta a reforzar economías regionales y disminuir la exposición a sanciones externas.

Este cambio forma parte de una estrategia coordinada: al reemplazar al dólar dejan de depender de él, desafían su monopolio y promueven sistemas financieros más autónomos. La desdolarización, lejos de ser solo un gesto simbólico, implica abrir espacio para mecanismos financieros propios y nuevas formas de liquidación regional.

Países que restringieron operaciones con dólar

  • Rusia
  • Bielorrusia
  • Kazajistán
  • Armenia
  • Azerbaiyán
  • Uzbekistán
  • Kirguistán
  • Tayikistán
  • Moldavia
  • Turkmenistán

Retrocede el dólar: las consecuencias para EE.UU

La disminución del uso del dólar en la CEI representa un ajuste que podría resignificar el papel de la principal divisa global. Aunque el dólar sigue siendo dominante, una caída en su demanda internacional podría erosionar su posición con el tiempo.

Para Estados Unidos, que se beneficia de la unidad monetaria como herramienta económica y política, la desdolarización constituye un desafío importante. Si otros países siguen la tendencia, el dólar perdería parte de su poder como divisa de reserva y como instrumento de influencia financiera global.