El Gobiernocolombiano anunció un cambio histórico para miles de jóvenes que actualmente prestan el serviciomilitarobligatorio. Durante la conmemoración de los 215 años de la Batalla de Boyacá, celebrada en Leticia (Amazonas), se confirmó que a partir del 1 de enero de 2026 los soldados regulares del Ejército Nacional recibirán un salario de $1.300.000 mensuales.
La medida representa un ajuste del 30%, un incremento que busca mejorar las condiciones de vida de quienes integran las filas en una de las etapas más exigentes de su vida. Con este aumento, se da respuesta a una de las peticiones más recurrentes de las familias y asociaciones que acompañan a los conscriptos.
El anuncio también refleja la intención del Gobierno de dignificar el servicio militar, al equiparar por primera vez los ingresos de un soldado regular con el salario mínimo legal vigente.
Aumento para las Fuerzas Armadas: cuánto cobrarán los soldados
Hasta 2025, los soldados regulares recibían cerca del 70% del salario mínimo, lo que equivalía a $996.450 al mes. Este valor había sido criticado por considerarse insuficiente para cubrir las necesidades básicas de quienes cumplen funciones esenciales en seguridad y defensa.
Con el nuevo esquema, a partir de 2026 los soldadosrecibirán el 100% del salario mínimo, fijado en $1.300.000. Esto significa que, por primera vez, los jóvenes superarán la barrera del millón de pesos en su remuneración mensual, lo que marca un antes y un después en la política de bienestar de las Fuerzas Armadas.
Qué significa el aumento salarial para las fuerzas armadas
El aumento salarial para las Fuerzas Armadas fue celebrado por las tropas y sus familias, quienes consideran que se trata de un reconocimiento justo a la labor que realizan los soldados regulares en distintas regiones del país. También es visto como un paso hacia la dignificación de su aporte en condiciones muchas veces adversas.
Sin embargo, este incremento implica un esfuerzo adicional en el presupuesto, en un contexto de restricciones fiscales. Los analistas advierten que la sostenibilidad del ajuste dependerá de la capacidad del Gobierno para asegurar nuevas fuentes de financiación sin afectar otros programas prioritarios en educación, salud e infraestructura.