En los espacios de trabajo, el silencio absoluto no siempre es sinónimo de concentración, y la música, aunque efectiva para algunos, no es la única opción para potenciar el rendimiento. Un término que está ganando popularidad en entornos laborales es el de "ruido blanco" y sus variantes, que parecen ofrecer un equilibrio perfecto entre el bullicio y el mutismo.
El ruido blanco se caracteriza por una mezcla de frecuencias sonoras que enmascaran otros ruidos distractores, creando una atmósfera homogénea y constante. Sin embargo, no es el único tipo de sonido que puede mejorar la productividad en el trabajo.
¿Qué sonido puede mejorar la productividad?
Investigaciones recientes indican que ciertos tipos de sonidos ambientales pueden optimizar la concentración y reducir el estrés en el trabajo. Entre ellos, se destacan los ruidos blanco, marrón y rosa. Cada uno tiene características específicas:
- Ruido blanco: combina todas las frecuencias audibles con la misma potencia, similar al sonido de un ventilador o una televisión sin señal.
- Ruido marrón: más grave y profundo que el blanco, evoca sonidos naturales como el de una cascada o un trueno lejano.
- Ruido rosa: equilibra las frecuencias altas y bajas, recordando el sonido de la lluvia constante o las olas del mar.
Estos sonidos son capaces de bloquear distracciones externas, mejorar el enfoque y crear un entorno propicio para el trabajo intelectual. Además, estudios demostraron que el uso constante de estos ruidos puede ayudar a la mente a entrar en un estado de 'flow', facilitando la concentración sostenida.
¿Qué tipo de música aumenta la productividad?
La música también tiene un papel importante en el aumento de la productividad, siempre que se elija de manera adecuada. Los géneros más recomendados incluyen:
- Música clásica: conocida por su efecto calmante y su capacidad para estimular la memoria y el aprendizaje.
- Música instrumental: sin letras que distraigan, ideal para tareas que requieren concentración.
- Lo-fi: caracterizada por un ritmo relajado y repetitivo, perfecta para entornos creativos y de estudio.
¿Cuál es un buen volumen para el ruido blanco?
Un aspecto relevante es el volumen. Escuchar música a un nivel moderado evita distracciones y facilita el enfoque en tareas específicas. Además, el uso de auriculares con cancelación de ruido puede potenciar este efecto, aislando aún más los ruidos externos.
No obstante, la elección del tipo de sonido o música depende del tipo de tarea y de las preferencias individuales. Para trabajos creativos, el lo-fi y los sonidos ambientales son ideales, mientras que para análisis de datos o redacción, el ruido blanco y la música clásica parecen ser más efectivos.
¿Cuántos decibeles tiene el ruido blanco?
El ruido blanco, al igual que otros sonidos ambientales, puede variar en intensidad dependiendo del dispositivo o aplicación que lo reproduzca. En promedio, el ruido blanco se suele escuchar entre 50 y 70 decibeles (dB), un rango considerado seguro y óptimo para bloquear distracciones sin dañar la audición.
Este nivel es comparable al sonido de una conversación tranquila o el funcionamiento de un ventilador. Sin embargo, es importante mantener un volumen moderado para evitar efectos negativos en la salud auditiva.