En esta noticia

La ciencia volvió a llevarse una sorpresa mayúscula. Un equipo de investigadores confirmó la reaparición de Eyprepocprifas insularis, un saltamontes endémico de Cabo Verde que no había sido visto desde la década de 1980 y que durante años fue considerado oficialmente extinto.

El hallazgo se produjo en una zona montañosa de difícil acceso y reabre el debate sobre cuántas especies podrían seguir vivas lejos del radar científico.

¿Qué especie reapareció en Cabo Verde tras más de 40 años?

El protagonista de este redescubrimiento es Eyprepocprifas insularis, un pequeño saltamontes que habita exclusivamente en los islotes volcánicos de Cabo Verde, frente a la costa occidental de África. Se trata de una especie extremadamente rara, conocida por la ciencia a partir de registros muy limitados y ausente de observaciones durante más de cuatro décadas.

Su condición de insecto endémico, sumada a la falta prolongada de avistamientos, llevó a que fuera catalogado como extinto a finales del siglo pasado. Por eso, su reaparición tomó por sorpresa incluso a especialistas en biodiversidad insular.

Reaparece un saltamontes que se creía extinto desde los años 80.

¿Dónde fue encontrado el saltamontes que se creía extinto?

El redescubrimiento ocurrió en la isla de São Nicolau, dentro del Parque Natural Monte Gordo, una zona montañosa caracterizada por su clima más húmedo y su vegetación resistente. Allí, en senderos rocosos ubicados a gran altitud, los investigadores detectaron varios ejemplares vivos.

Este detalle fue clave: no se trató de un único individuo aislado, sino de múltiples registros en distintos días, lo que sugiere que la especie mantiene una población activa en este entorno específico.

¿Por qué no había registros de esta especie desde los años 80?

La ausencia prolongada de Eyprepocprifas insularis se explica por una combinación de factores. Por un lado, su hábitat es reducido y de difícil acceso, lo que limita las expediciones científicas. Por otro, se trata de un insecto con hábitos discretos, bien camuflado y adaptado a condiciones extremas, lo que lo hace fácil de pasar por alto.

Además, los cambios climáticos, las sequías prolongadas y la introducción de especies invasoras en el archipiélago alimentaron la idea de que su población había desaparecido por completo.

¿Qué hace especial a este “fósil viviente” africano?

Los investigadores describen a este saltamontes como un auténtico “fósil viviente” debido a sus características físicas y evolutivas. Presenta alas poco desarrolladas, un cuerpo robusto y rasgos que indican una adaptación prolongada a ambientes hostiles y aislados.

Estas particularidades lo convierten en una pieza clave para estudiar la evolución de especies en islas volcánicas y la capacidad de supervivencia en ecosistemas extremos.

¿Qué implica este hallazgo para la ciencia y la conservación?

La reaparición de una especie considerada extinta es una noticia de alto impacto para la biología y la conservación. Demuestra que algunos organismos pueden sobrevivir durante décadas en refugios naturales poco explorados, incluso cuando la ciencia los da por perdidos.

Al mismo tiempo, el hallazgo enciende alertas. El rango de distribución de Eyprepocprifas insularis es muy limitado, lo que la hace vulnerable a cambios ambientales, incendios, turismo descontrolado o alteraciones del ecosistema. Por eso, los expertos insisten en la necesidad de reforzar la protección del Parque Natural Monte Gordo.

¿Podrían reaparecer otras especies dadas por extintas?

Este caso vuelve a poner sobre la mesa una pregunta clave en conservación: ¿cuántas especies podrían seguir existiendo sin ser detectadas? En regiones aisladas, montañosas o poco estudiadas, aún podrían sobrevivir animales y plantas que figuran como extintos en los registros oficiales.

La historia de este saltamontes africano es una señal de esperanza en medio de la crisis global de biodiversidad y un recordatorio de que la naturaleza, incluso bajo presión, todavía guarda sorpresas.