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Un hallazgo extraordinario volvió a despertar la fiebre del oro en Europa.

Un pequeño pueblo del norte de España se convirtió en epicentro mundial tras confirmarse la existencia de un río cargado de oro que, además de ser un atractivo turístico, forma parte de un patrimonio único en manos de un solo país.

El río secreto que esconde millones de pepitas de oro

En Asturias, al norte de España, investigadores y pobladores confirmaron la riqueza oculta de un río que guarda millones de pepitas de oro en su cauce. Se trata de un descubrimiento sin precedentes, que combina historia, tradición y geología.

El río Nalvegas, ubicado en la localidad homónima, conserva una tradición ancestral: el bateo de oro, una técnica que se remonta a la época romana y que hoy es considerada patrimonio cultural. Este hallazgo demuestra que la riqueza aurífera sigue intacta en la región y que su valor histórico continúa vigente.

Por qué el oro sigue corriendo por el agua en España

La presencia deoro en el Nalvegas no es casualidad. Los depósitos fluviales de la región se formaron hace millones de años gracias a procesos geológicos como la erosión, la actividad tectónica y el arrastre de minerales desde las montañas cercanas.

Las rocas del subsuelo contienen trazas de oro que, con el paso del tiempo y el movimiento de los ríos, fueron depositándose en el fondo. Hoy, esa riqueza natural convierte a Nalvegas en un verdadero tesoro de la geología europea.

La competencia más increíble: quién logra encontrar el oro en el río

El hallazgo no solo tiene un valor científico y económico, sino también cultural. En el pueblo de Nalvegas se celebra el Campeonato Nacional de Bateo de Oro, una competencia que atrae a turistas y expertos de todo el mundo.

La práctica consiste en separar las pepitas de oro del resto de sedimentos utilizando una batea, una técnica que combina precisión y rapidez. Aunque hoy se realiza con fines recreativos y turísticos, en la antigüedad fue una actividad clave para la subsistencia de la región.

El legado romano que convirtió a España en tierra de oro

El descubrimiento del río de oro en Asturias tiene un antecedente histórico que se remonta al Imperio Romano. Durante ese período, esta zona fue una de las más importantes en la explotación aurífera de toda Hispania. Los ingenieros romanos desarrollaron métodos avanzados de extracción que dejaron huella en la cultura y la economía local.

Actualmente, ese legado se transformó en una práctica cultural y turística que rescata el vínculo entre el pasado romano y la riqueza natural de España. El oro ya no es un motor de explotación, sino un símbolo de identidad y de preservación patrimonial.