

Las autoridades colombianas establecieron de manera preliminar que la muerte de Valeria Afanador, la niña de 10 años con síndrome de Down que estuvo desaparecida durante más de dos semanas, se produjo por ahogamiento.
El cadáver de la menor fue hallado el viernes 29 de agosto, luego de que se reportara su desaparición el pasado 12 de agosto en Cajicá, un municipio cercano a Bogotá.
Valeria Afanador: qué reveló el informe forense
El lunes 1 de septiembre, la Fiscalía informó en un comunicado los resultados de la necropsia practicada por el Instituto de Medicina Legal. Según las evidencias forenses, "la menor de edad murió por ahogamiento o sumersión en medio líquido", tras aspirar e ingerir agua y residuos de pantano que fueron hallados en su estómago y vías respiratorias.

El informe, retomado por la agencia EFE, también determinó que los "cambios cadavéricos" se aproximan al mismo período de tiempo de su desaparición, que "no se encontraron signos de violencia física en el cuerpo", hallado en las aguas del río Frío, adyacente al colegio donde estudiaba, y que "sus prendas de vestir no tenían desgarros ni cortes".
El padre de la menor exige respuestas: "No salió sola"
Manuel Afanador, padre de la niña, expresó a la prensa local su agradecimiento a la Fiscalía colombiana por compartir los resultados: "Se aliviana un poco el dolor saber que hasta ahora no se evidencian rasgos de algún otro proceso que le hayan hecho a Valeria a nivel sexual o físico".
Sin embargo, insistió en que "claramente" conoce tanto a su hija que "ella no salió sola" de su colegio el día de la desaparición, por lo que pidió seguir indagando si "alguien la empujó, la ahogó, o si hay una tercera mano".
Su desaparición mantuvo en vilo a Colombia por dos semanas
Desde el 12 de agosto, cuando fue vista por última vez en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, familiares, autoridades y vecinos emprendieron una intensa búsqueda que incluyó recorridos por la zona rural de Cajicá, además de operativos de Policía y organismos de socorro.
El caso tomó relevancia nacional no solo por la corta edad y condición de discapacidad de la menor, sino también por la movilización ciudadana. Habitantes del municipio realizaron marchas y vigilias para exigir su regreso, mientras que la Interpol llegó a emitir una circular amarilla con sus datos ante la hipótesis de un posible secuestro.

El hallazgo de su cuerpo 18 días después, en una zona ya inspeccionada junto al río Frío, ha dejado múltiples interrogantes que la Fiscalía continúa investigando.












