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Las tensiones internacionales crecen en un mundo marcado por disputas geopolíticas y competencia por recursos. Los conflictos armados, las sanciones económicas y las alianzas fragmentadas generan incertidumbre y alimentan los temores de un posible camino hacia una Tercera Guerra Mundial.

En este escenario, Reino Unido busca recuperar protagonismo y posicionarse por encima de China y los Estados Unidos con una fuerte apuesta en su flota militar. El poder naval, que lo convirtió en una potencia histórica, vuelve a cobrar relevancia con un ambicioso programa de modernización.

El plan está orientado a otorgar a la Royal Navy mayor autonomía operativa. Su eje son tres buques logísticos de gran porte, diseñados para reabastecer portaaviones y fragatas en mar abierto. Así, se reduce la dependencia de bases cercanas y se refuerza la capacidad británica para proyectar poder en medio de los conflictos persistentes.

Sorpresa naval: la jugada del Reino Unido que puede inclinar la balanza

Reino Unido apuesta a recuperar protagonismo en el tablero militar con un plan logístico de gran alcance que podría consolidarlo como un actor naval decisivo en un eventual conflicto global, según informó Semana.

La estrategia se centra en los Fleet Solid Support (FSS), buques diseñados para garantizar el abastecimiento continuo de portaaviones y fragatas, lo que les permitiría operar sin interrupciones en alta mar.

Según Navantia, el contrato para construir estas unidades alcanza las 1.600 millones de libras. Cada barco contará con sistemas automatizados para el traslado de combustible, municiones y víveres, una capacidad logística que redefine las reglas del juego en la proyección de poder marítimo.

Cómo se fabrica una flota imbatible

El programa Team Resolute, liderado por Navantia junto a Harland & Wolff y BMT, apunta a entregar tres unidades que permitirían desplegar la potencia aérea y de superficie por periodos más largos. La obra reaviva astilleros clave en Belfast y Appledore.

Además, fuentes especializadas indican que el diseño ya superó revisiones técnicas importantes y está listo para entrar en fases de construcción. Esta madurez técnica reduce riesgos y acelera la capacidad operativa de la flota británica.

¿Qué implica para la seguridad global?

El impacto no es sólo militar: la inversión genera empleo y transferencia tecnológica. Según Semana, se estima que generará unos 2000 empleos directos e indirectos, además de que los astilleros recuperarán actividad y cadenas de suministro estratégicas.

En términos estratégicos, una proyección de poder sostenida modifica cálculos en la OTAN y en regiones lejanas como el Indo-Pacífico. Si estos buques cumplen su objetivo, la Royal Navy tendrá una nueva ventaja logística que rivaliza con las grandes marinas actuales.

¿Es factible una Tercera Guerra Mundial?

El historiador británico Niall Ferguson comentó que no es alarmista pensar en una Tercera Guerra Mundial como una posibilidad concreta de cara al futuro. En reiteradas entrevistas incluso ha comparado el panorama mundial actual con el contexto previo a la Primera Guerra Mundial.

En ese entonces, las potencias mundiales también subestimaban el crecimiento en las tensiones que se vivían en las distintas regiones. Según el experto, lo que antes parecía imposible ahora es un poco más real debido a las decisiones políticas que han sido tomadas en materia de política exterior.