

Colombia ha entrado en época electoral y, a exactamente 13 meses de que finalice el mandato de Gustavo Petro, los precandidatos a ocupar la Casa de Nariño ya comienzan a desplegar estrategias nacionales, regionales e internacionales para allanar el camino hacia una candidatura oficial y una eventual elección como nuevo Gobierno colombiano.
Los 35 precandidatos a la presidencia de Colombia saben que la competencia será reñida, pero también son conscientes de que cuentan a su favor con un país dividido por la gestión del actual presidente, Petro.
En medio de conflictos y los escándalos que atraviesan la administración Petro, desde presunta financiación irregular de campaña y casos de corrupción, hasta una creciente polarización política que ha puesto en jaque su gobierno, tal cuál como lo informó la reciente encuenta de Polimétrica, que lo muestra con imagen desfavorable del 52%. emergen nuevos movimientos políticos.
Espacios y coaliciones políticas aprovechan el contexto político crítico para posicionarse como una alternativa radicalmente opuesta. Con modelos espejo en la región, estos "nuevos" espacios políticos buscan ofrecer a los colombianos otras opciones en un año electoral clave.

Uno de ellos es La Libertad Primero, encabezado por Pierre Onzaga Ramírez, director general del movimiento y precandidato a las elecciones presidenciales de 2026. Onzaga Ramírez, arquitecto de profesión llegó hasta la Argentina, país ejemplo y modelo para los libertarios en el mundo,
Allí fue recibido por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el marco del programa Legislaturas Conectadas Internacionales, dirigido por la doctora Fernanda Marante, en una iniciativa institucional de cooperación y acción interparlamentaria que busca fortalecer los vínculos entre parlamentos de diferentes países y acercarlos a los ciudadanos, guiado por los principios de la democracia y cooperación.
Pierre Onzaga Ramírez desde Argentina: "Queremos un país libre, sin estatismo ni terrorismo"
Desde Buenos Aires, Pierre Onzaga Ramírez habló en exclusiva con El Cronista Colombia y detalló los objetivos de su visita, dejando claro que, así como el pueblo argentino eligió a Javier Milei y al proyecto de La Libertad Avanza con el símbolo de una "motosierra" que le dio la vuelta al mundo, Colombia también puede, y "debe", apostar por un modelo libertario a partir del 7 de agosto de 2026.
¿Qué lo trajo hasta la Argentina y más exactamente hasta la Legislatura Porteña en Buenos Aires?
Estrechando lazos entre amigos y futuros partners, queriendo tender puentes que nos ayuden mutuamente para generar colaboraciones que trabajen por esta visión de libertad y desarrollo de nuestros países. Es un poco la iniciativa.
¿Cómo está actualmente Colombia para que haya la necesidad de que un movimiento como La Libertad Primero tenga que llegar al poder?
Tenemos un país que en este momento enfrenta una gran presión por parte del gobierno, una presión autoritaria, una visión socialista, estatista, que está llevando al límite casi cada una de las cosas que no estaban en manos del Estado: pensiones, salud, industria del petróleo. Esto genera un ambiente de zozobra en los colombianos y aumenta el tamaño del Estado.
Hemos tenido históricamente un buen desarrollo, pero estamos en un punto complicado en cuanto a las libertades ciudadanas. Vimos la necesidad de defender a los ciudadanos y su libertad. Con esa idea creamos un movimiento por firmas llamado La Libertad Primero.
Buscamos llegar a la presidencia y registrar una lista al Senado de la República para poder impulsar las reformas que se requieren: reducir el Estado, los impuestos y eliminar regulaciones que hoy son verdaderos grilletes para el desarrollo del país. Son vehículos necesarios para materializar esta visión.
Para que el público en general pueda entender, ¿qué tiene que pasar para que usted pueda estar como candidato firme a la presidencia de Colombia?
Tenemos la meta de recoger 635.000 firmas válidas que deben ser revisadas por el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional. Una vez eso ocurra, hacia fin de año, entraríamos formalmente en la contienda. Aunque ya estamos en ella, porque las campañas se anticiparon por decisiones políticas y del mismo presidente.
El primer reto es lograr la recolección de firmas que valida la candidatura. A partir de eso, entre diciembre y marzo (realmente mayo), vendría la etapa más intensa. Paralelamente, construimos una plataforma que responde a las necesidades de los colombianos y propone una visión de Estado con mucho menos control que el actual.
La Libertad Primero, si bien es un movimiento que está tomando mucho auge y que, gracias a la Argentina, tiene proyección internacional, no es algo del todo nuevo para Colombia. Gobiernos anteriores tuvieron visiones similares, un poco más de derecha o centroderecha. Pero está claro que recién ahora Colombia vive su primer gobierno netamente de izquierda con Petro.

¿Cuál es tu visión desde el movimiento y qué cree LLP que puede aportar al país?
Lo definimos de una manera rápida: una derecha libertaria. Y de una manera más extensa: un movimiento que defiende los valores familiares, promueve agendas provida, profamilia, que considera la vida y la fe valores fundamentales. También busca la libertad económica, basada en liberar al pueblo colombiano normativamente, en reducir el tamaño del Estado y la carga impositiva para generar más comercio y un mercado más dinámico.
Impulsamos la libre empresa, reducir las normativas para fomentar el crecimiento de empresas, sobre todo las pequeñas, que son mayoría en el país y no reciben estímulos del Estado. Queremos que los colombianos dejen de estirar la mano para pedir subsidios y se conviertan en un país de empresarios. Eso es posible si logran entender estas ideas de forma práctica y sencilla.
¿Está el pueblo colombiano preparado para ser liderado por un gobierno libertario?
Siempre hemos sido libertarios. En Colombia la sangre de los colombianos fue el ejemplo de conquistar la libertad. Y los colombianos sabemos que es conquistar la libertad porque nos la ganamos, no nos la regalaron. Entonces, ese es un primer punto muy importante.
Sabemos que depende de cada colombiano recuperar la libertad y evidentemente entender en palabras sencillas qué significa eso. Nuestra labor es traducir ese lenguaje ideológico a términos sencillos, mostrar los beneficios y las ventajas de tener libertad en la vida cotidiana, frente a modelos que promueven el control y que frenan el desarrollo.
Entonces, es una visión compartida entre lo que siempre fuimos y la oportunidad que tenemos de entender algo a través de lo sencillo que puede ser materializar el concepto "Libertad".
La Libertad Primero seguramente tomará conceptos de La Libertad Avanza en Argentina y el ejemplo del gobierno de Javier Milei.

¿Cómo piensan adaptar este modelo a Colombia?
Tenemos realidades diferentes, como el narcotráfico y el terrorismo. Nuestra agenda incluye erradicar esos problemas y, al mismo tiempo, reducir el tamaño del Estado, disminuir impuestos y fomentar el desarrollo tecnológico.
También tenemos como pilares la justicia, la reducción del Estado y la regionalización del país, que está en nuestra Constitución pero no se ha implementado plenamente. Esto puede generar competitividad y nuevas oportunidades en las regiones.
Este análisis lo hicimos con un equipo interdisciplinario de cerebros, lo llamo yo, para garantizar que los mejores perfiles estén al servicio de la nación y generar tranquilidad en la ciudadanía, algo que hoy se ha perdido. Así, poder cumplir los objetivos en corto, mediano y largo plazo para poder generar tranquilidad, que en este momento, es lo que menos tienen los colombianos frente a quienes nos están liderando.

Y en cuanto al tema seguridad, ¿cómo enfrentan ustedes estas amenazas latentes? Tomando como ejemplo el caso del atentado a Miguel Uribe.
Es un problema complejo. El organismo encargado de prestar seguridad demostró negligencia, incompetencia, o lo que sea, en el caso de Miguel Uribe. Nuestra campaña fue priorizada en seguridad por el gobierno de Gustavo Petro, pero no hemos visto acciones concretas.
Eso es preocupante porque son garantías políticas mínimas que debería tener cualquier opositor. Nosotros hemos hecho oposición desde el primer día, incluso lideramos el juicio político contra Petro. Eso nos pone en un riesgo vital, evidentemente.
Estamos explorando medidas de seguridad privadas. La ONP tiene la obligación de brindarnos protección, pero asumimos el riesgo. Esta carrera implica dar la cara y actuar con coherencia: pararse de frente contra el terrorismo y contra organismos que no están cumpliendo su función. Es un riesgo inherente al cargo.

A lo largo de la charla se han tocado temas clave. Pero, de forma concreta, ¿cuáles serían esos tres ejes que necesita resolver Colombia para salir del lugar donde está?
Primero: frente al terrorismo y al narcotráfico, fumigar las 300.000 hectáreas de cultivos ilícitos y no doblegarnos ante los grupos terroristas. El Estado colombiano no debe negociar con ellos.
Segundo: reducir el Estado drásticamente. Desde el Ejecutivo vamos a dejar solo ocho ministerios. Hoy son 18. ¡Es una salvajada en burocracia!
Tercero: reformar el sistema impositivo. Tenemos un plan de desarrollo con mínimos impuestos para abrir nuevos mercados y fortalecer el mercado bursátil. Hoy, en lugar de financiar empresas, el país se ha enfocado en los bonos del tesoro.
También buscamos reprivatizar el sistema de salud y pensiones. Y algo clave: limitar la injerencia de ONGs globalistas como la ONU o la OEA, que han bloqueado temas estratégicos como el Acuerdo de Escazú, que compromete el desarrollo regional.
Te dicen a ti, que eres dueño de una finca, cómo debes y qué debes sembrar en tu finca y es elegido por un organismo de la OEA. ¡Es el colmo! Eso no puede seguir pasando en Colombia y por eso tenemos que tomar decisiones fuertes.











