La moneda del centavo estadounidense podría desaparecer de manera definitiva luego de dos siglos en circulación por decreto de Donald Trump. El mandatario ordenó el término de su fabricación por el gasto "insostenible" que representa.
Esta decisión de dejar de fabricar el centavo de dólar llevó a su fin un debate que se sostiene hace años. Y se debe a que la Casa de la Moneda de los Estados Unidos (U.S. Mint) reveló que cuesta casi 4 centavos fabricar las monedas de tan solo 1.
A pesar de estos costos, el centavo continúa siendo la moneda más producida del país. Tan solo el año pasado se realizó una producción de 3.200 millones de unidades, lo que representa más de la mitad del total de las monedas emitidas.
Fin del dólar: esta es la moneda que dejará de existir
Aunque para muchos estadounidenses el centavo tiene un importante valor, esta moneda fue objeto de críticas durante años. Esto se debe a que, según quienes buscan eliminarlo, su valor adquisitivo es nulo y su uso en transacciones cotidianas es cada vez más limitado.
Estas monedas terminan siendo acumuladas en frascos, cajones o portavasos de automóviles, en vez de mantenerse en circulación activa. Pero según sus defensores, tienen gran utilidad.
Se utilizan para campañas de caridad, con un gran valor para la historia del país. Pero la industria del zinc, uno de los factores más fuertes para que se mantenga la producción, está realizando un poderoso lobby sobre toda la situación.
Fin del centavo estadounidense: ¿es legal eliminar esta moneda?
Según el Código de los Estados Unidos, el secretario del Tesoro tiene la autoridad para determinar cuántas monedas son necesarias para satisfacer al país.
Si Scott Bessent, secretario del Tesoro, decide que no se necesitan más centavos, tiene todas las capacidades legales para detener su producción.
¿Qué consecuencias trae la eliminación de una moneda?
La eliminación de monedas de baja denominación en el mundo no llevó a grandes impactos como se cree. Países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Países Bajos eliminaron monedas de pequeños valores y no tuvieron inconvenientes.
Además, la decisión tomada fue definitiva, sin ningún interés de revertir la situación, lo que sugiere que los temores sobre el impacto de eliminar el centavo de dólar son una exageración.