Durante una misión de vigilancia europea en el Mar Rojo, un avión alemán fue atacado con un láser de alta potencia por un buque de guerra chino, según denunció el gobierno de Alemania. Aunque no hubo víctimas ni daños graves, el incidente generó alarma diplomática en Europa y encendió las alertas sobre posibles escaladas geopolíticas.
La acusación formal de Berlín incluyó la convocatoria del embajador chino y un pronunciamiento enérgico de la Unión Europea, que calificó el hecho como una "acción peligrosa". El gobierno de China, por su parte, negó los hechos y aseguró que su flota se encontraba cumpliendo tareas de escolta en aguas internacionales.
Un avión alemán atacado con láser en plena operación europea
El hecho ocurrió en el sur del Mar Rojo, donde Alemania participa de la operación Aspides, una misión defensiva coordinada por la UE para proteger buques civiles de ataques de los rebeldes hutíes. El avión, una aeronave civil equipada con sensores y operada por personal militar, se vio forzado a aterrizar en Yibuti luego del ataque con láser.
Según informó el Ministerio de Defensa alemán, la acción del buque chino fue "completamente inaceptable" y puso en riesgo a la tripulación. La situación fue reportada por medios como la agencia AP y Business Insider, que citan fuentes militares que describen este tipo de armas como herramientas de "interferencia y hostigamiento".
Una práctica militar que preocupa a Occidente
No es la primera vez que China es acusada de utilizar láseres militares contra aviones extranjeros. Los Estados Unidos ya había denunciado episodios similares en 2020, y más recientemente lo hicieron Filipinas y Australia, en lo que parece ser una táctica de intimidación no letal.
El uso de estos dispositivos no solo afecta la seguridad de vuelo, sino que pone en entredicho los protocolos internacionales como el Código de Encuentros No Planeados en el Mar (CUES), destinado a evitar incidentes de este tipo. La creciente presencia militar china en la región, con una base naval instalada en Yibuti desde 2017, refuerza la tensión con potencias de la OTAN y de la Unión Europea.
¿Un paso más hacia un conflicto global?
El Mar Rojo se ha convertido en un escenario sensible donde convergen intereses estratégicos de Oriente y Occidente. Para Alemania, el ataque con láser representa no solo una provocación directa, sino también un desafío al equilibrio geopolítico y a la libertad de navegación internacional.
Mientras tanto, China insiste en que su participación en la zona es pacífica. Pero el gesto de apuntar con un láser a un avión de la UE, en una operación defensiva, es interpretado por varios analistas como una señal de advertencia. Y en un clima global cargado de tensiones -desde Ucrania hasta Taiwán-, cualquier chispa puede salirse de control.