Ocho músicos en escena distorsionan adrede la introducción al tango “Volver”. Con voces no menos retorcidas gritan: “Volvé, Minino, volvé!” “Volvé culeao”. Gabriél “Minino” Garay, aparece en escena. Pero en realidad, vuelve. Vuelve desde su Francia adoptiva para presentar en un escenario argentino (porteño para ser más rigurosos) “Asado”, su último disco.
Palillos en mano y como si fuera a encender las primeras brasas de un asado de domingo, el percusionista empieza con “Taquirari”, el tema de apertura del disco. Un recitado tranquilo donde se cuelan palabras como “Edipo” “macho latino” o “Facebook” y finaliza con un remate de cuarteto 100% cordobés que va en busca de los orígenes europeos del género musical más popular de Córdoba: la tarantela y el paso doble.
“Hoy el cuarteto se hace de una manera horrorosa” lanza desde el escenario, casi rabioso, Garay, arrastrando las “erres”, con una pronunciación franco-cordobesa a mitad de camino entre el Julio Cortazar de París y el Cacho Buenaventura de Cruz del Eje. Tira la provocación, consciente de que con ese postulado se gana amigos y enemigos. Sobre todo en su tierra natal.
Minino nació en Córdoba y a finales de los años ochenta se radicó en París. Allí grabó todos sus discos hasta que le llegó el turno de este último, el primero “made in” Argentina. “Asado” es un festivo homenaje al cuarteto tradicional cordobés.
Junto a su banda, “Los Tambores del Sur”, Minino se muestra suelto y seguro. Estos le garantizan que ritmos como el jazz, la world músic y diferentes tipos de folclore latinoamericano estén presentes en temas como “Tunga-tunga en Buenos Aires” (“El primer cuarteto cordobés dedicado a Buenos Aires”, dirá Garay) o “Suite gastro cordobesa”, un magistral cuartetazo donde cuela el choripan, la damajuana, el criollo y la peperina. Canción con la que homenajea en su pegadizo estribillo (usado en la publicidad de Fernet 1882) a la popular bebida italo-mediterránea: “Hagamo‘un asado, tomemo ferné”.
Entre los “Tambores del Sur”, Garay se da el lujo de tener a Facundo Guevara, uno de los percusionistas más talentosos del país. Y justamente a solas con Guevara harán un homenaje a Ramiro Mussoto, un joven percusionista argentino fallecido hace pocos años, radicado en Salvador de Bahia, donde se encontraba innovando la percusión bahiana con su impronta rioplatense. Los golpes del dúo acústico contra el cajón peruano y el bombo legüero harán bramar madera y cuero hasta hacer saltar las lágrimas de los presentes en la sala. Entre ellos, la mamá de Mussoto.
Como la estética musical de Minino no reconoce límites ni limitaciones, invitó al escenario al tenor lírico argentino, Darío Volonté para hacer una canzoneta clásica italiana y “Pueblo Alegre”, un candombe multicoral al mejor estilo Rio de la Plata.
Tras dos horas y media de concierto, los finos oídos de un público ávido de “world music” notan que el Café Vinilo de Palermo de a poco se convierte en un gran bailongo cordobés. El maestro Minino y su big band ofician de arengadores. Ahora todos se concentran en aprender los pasos de un solo ritmo de este ‘world‘: el tunga-tunga del cuartetazo.
Los Tambores del Sur
lvaro Torres en piano; Zurdo Castagno en guitarra; Martín Rodriguez en bajo; Mintcho Garrammone en guitarra bahiana y percusiones; Gabriel Corto Juncos en flauta; Fernando Fiszbein en bandoneón y Facundo Guevara en percusiones.
Miércoles 12, 19 y 26 de febrero a las 21hs en Café Vinilo
Gorriti 3780-CABA
Informes y Reservas: 4866-6510 / reservas@cafevinilo.com.ar
Localidades $120
Fotos: Dante Emanuel Abello