Por Mariana Narduzzi, Gerente Regional de Recursos Humanos de Red Hat.
Hasta hace unos años, los conceptos “Líder y “Gerente eran utilizados como sinónimos. Se solía creer que aquellos con puestos directivos eran los mismos que llevaban consigo la habilidad de liderazgo. Esas ideas eran propias de la vieja concepción de líder: la tradicional, que relacionaba la capacidad de liderazgo con el cargo que una persona desempeñaba.
Sin embargo, los tiempos cambiaron y los conceptos comenzaron a redefinirse. El vínculo humano que se construye ahora es distinto. Se comenzó a mutar hacia nuevas culturas corporativas, en las que el sistema jerárquico ya no explica todo. Se entendió que el sistema verticalista, “de arriba hacia abajo , tenía fallas. Por este motivo, comenzaron a desplegarse distintas estrategias, con el objetivo de cambiar el ambiente laboral. Se comprendió, entonces, que lo prioritario era que los empleados pudieran sentirse cómodos con los objetivos de la empresa y, además, lograsen participar y desarrollar habilidades de liderazgo, independientemente del cargo que ocupen.
Ante este escenario, desde Red Hat comenzamos a transitar el camino de la transformación organizacional hacia un nuevo tipo de cultura corporativa, que respete nuestros valores e identidad como compañía, al tiempo que genera el ambiente propicio para que cada colaborador dé lo mejor de sí, se nutra de sus pares y aporte desde su singularidad.
El objetivo final era fomentar un comportamiento distinto en los empleados: que, amparados en un contexto de respaldo y entendimiento, sintieran libertad para aportar y brindar soluciones disruptivas, al tiempo que desarrollan habilidades de liderazgo. En este camino, en Red Hat hemos desarrollado un nuevo modelo organizativo, con una mesa de pares que reemplaza al tradicional puesto de CEO y toma las decisiones corporativas de forma consensuada. A este nuevo propósito lo llamamos “Open Leadership .
¿De qué trata el “Open Leadership ?
Esta nueva forma de relacionarse en la organización tiene tres pilares, que la compañía se compromete a fortalecer en cada uno de sus empleados. Por una parte, el concepto de actuar abiertamente: una cultura que abarca lo que las personas hacen y sus valores, incluyendo líderes que tienden a ser transparentes, que crean ambientes inclusivos e incluyen a sus stakeholders para generar charlas benéficas para la organización.
A su vez, la mentalidad abierta viene de la mano de líderes que entienden que todos en la organización tienen habilidades valiosas que compartir, y que todos se benefician cuando ponen a la organización y sus objetivos primero.
Por otra parte, se entiende como multiplicidad a cinco características: la conectividad de las comunidades que forman parte de la empresa; la confianza en las habilidades de los empleados; la transparencia en la gestión; la colaboración y co-creación de valor para generar un buen vínculo entre colaboradores y desarrollar las mejores soluciones tecnológicas posibles; y la meritocracia, entendida como el reconocimiento a los empleados que hacen de Red Hat una empresa que se supera cada día.
Por esto es que en Red Hat no llamamos líderes a nuestros gerentes, sino a todos aquellos que son capaces de crear un ambiente donde quienes están a su alrededor (compañeros, colaboradores, jefes, o clientes) pueden aportar con libertad y generar soluciones disruptivas, creando un sentido de propósito compartido.
