El arroz es un alimento básico en millones de hogares, pero pocas personas saben que puede convertirse en un foco de bacterias si se conserva de forma inadecuada.
Su composición favorece la proliferación de microorganismos que ponen en riesgo la salud, incluso sin alterar su sabor o apariencia. Aunque muchas guías sugieren que puede mantenerse en la heladera por hasta 3 o 4 días, lo más seguro es no guardarlo más de 24 horas.
De esa manera se reduce la probabilidad de intoxicación alimentaria, especialmente cuando no se cumplen de manera estricta las condiciones de enfriado y conservación.
Por qué no hay que guardar el arroz cocinado para el día siguiente
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el arroz puede contener esporas de Bacillus cereus, una bacteria que sobrevive al proceso de cocción y germina cuando el alimento se enfría lentamente o permanece a temperatura ambiente.
Estas bacterias liberan toxinas que no desaparecen al recalentar el plato, lo que incrementa el riesgo de vómitos y diarrea pocas horas después de su ingesta.
En este sentido, la Universidad de Washington explica que este tipo de intoxicación alimentaria ocurre con frecuencia cuando el arroz se mantiene más tiempo del recomendado en la "zona de peligro" (entre 5 °C y 60 °C), rango en el que las bacterias se multiplican con rapidez.
Por esa razón, aunque no existan cambios visibles en color, olor o textura, el arroz puede estar contaminado.
Cómo conservar el arroz de forma segura
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recomienda no dejar alimentos perecederos más de dos horas fuera del refrigerador, o una hora en ambientes superiores a 32 °C.
Para el arroz, lo más seguro es enfriarlo rápido en recipientes poco profundos y guardarlo en la heladera a menos de 4 °C. Otra opción segura y duradera es guardarlo en el freezer o congelador de inmediato para evitar la exposición innecesaria a toxinas resistentes al calor.