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Según el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles constituyen la causa predominante de fallecimiento y limitaciones físicas a nivel global. No obstante, afirman que gran cantidad de ellas pueden evitarse mediante la disminución de los elementos de riesgo habituales.
Por esa razón, conoce qué es la esquizofrenia, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.
¿Qué es la esquizofrenia?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Según la información compartida por Mayo Clinic, esta enfermedad puede provocar una desconexión de la realidad, lo que puede resultar en alucinaciones, delirios y un comportamiento desorganizado.
El diagnóstico y tratamiento temprano son cruciales para ayudar a las personas con esquizofrenia a llevar una vida más plena. Aunque la causa exacta de la enfermedad no se conoce, se cree que una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales contribuye a su desarrollo.
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?
La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición), comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada y reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:
- Fantasías. Son creencias falsas que no tienen base en la realidad. Por ejemplo, crees que estás siendo perjudicado o acosado; ciertos gestos o comentarios se dirigen a ti; tienes una habilidad o fama excepcionales; otra persona está enamorada de ti; o está a punto de ocurrir una catástrofe importante. Las fantasías se producen en la mayoría de las personas que tienen esquizofrenia.
- Alucinaciones. Por lo general implican ver o escuchar cosas que no existen. Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, tienen toda la fuerza y la repercursión de una experiencia normal. Las alucinaciones pueden implicar cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más común.
- Pensamiento desorganizado (discurso). El pensamiento desorganizado se infiere a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz se puede ver afectada y las respuestas a preguntas pueden no relacionarse con estas de manera parcial o completa. En raras ocasiones, el habla puede incluir el agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan entender, lo cual suele conocerse como ensalada de palabras.
- Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal. Esto puede mostrarse de varias maneras, desde la tontería infantil hasta la agitación impredecible. El comportamiento no está enfocado en un objetivo, así que es difícil hacer las tareas. El comportamiento puede incluir resistencia a seguir instrucciones, postura inadecuada o extraña, una completa falta de respuesta o movimiento inútil o excesivo.
- Síntomas negativos. Esto se refiere a la capacidad limitada para vivir de manera normal, o a la falta de ella. Por ejemplo, la persona puede descuidar su higiene personal o parecer que carece de emociones (no hace contacto visual, no cambia las expresiones faciales o habla en un tono monótono). Además, la persona puede perder interés en las actividades cotidianas, retraerse socialmente o carecer de la capacidad de experimentar placer.
Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y la gravedad, con periodos de empeoramiento y remisión de los síntomas. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes.
En los hombres, los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre principios y mediados de los 20 años. En las mujeres, los síntomas suelen comenzar a finales de los 20 años. Es poco común que a los niños se les diagnostique esquizofrenia y poco común para los mayores de 45 años.
Síntomas en adolescentes
Los síntomas de la esquizofrenia en los adolescentes son similares a los que se presentan en los adultos, pero la afección puede ser más difícil identificar. Esto puede deberse en parte a que algunos de los síntomas tempranos de la esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el desarrollo típico de la adolescencia, como estos:
- Distanciamiento de los amigos y los familiares
- Menor desempeño en la escuela
- Trastornos del sueño
- Humor irritable o depresivo
- Falta de motivación
Además, el uso de sustancias recreativas, como la marihuana, las metanfetaminas o el LSD, a veces puede causar signos y síntomas similares.
En comparación con los síntomas de la esquizofrenia en adultos, los adolescentes pueden tener lo siguiente:
- Menos probabilidad de tener ideas delirantes
- Mayor probabilidad de tener alucinaciones visuales
Cuándo debes consultar a un médico
Las personas con esquizofrenia a menudo no son conscientes de que sus dificultades se deben a un trastorno mental que requiere atención médica. Así que a menudo la familia o los amigos son los que deben conseguirles ayuda.
Ayudar a alguien que podría tener esquizofrenia
Si crees que alguien que conoces puede tener síntomas de esquizofrenia, habla con esa persona sobre tus preocupaciones. Aunque no puedes obligar a alguien a buscar ayuda profesional, puedes ofrecer apoyo y ayudar a tu ser querido a encontrar a un médico cualificado o a un profesional de salud mental.
Si tu ser querido es un peligro para sí mismo o no puede proveerse su propia comida, ropa o refugio, es posible que tengas que llamar al 911 u otros servicios de emergencia para pedir ayuda a fin de que tu ser querido pueda ser evaluado por un profesional de salud mental.
En algunos casos, puede ser necesaria una hospitalización de emergencia. Las leyes sobre la internación no voluntaria para el tratamiento de la salud mental varían según el estado. Puedes comunicarte con las agencias de salud mental de la comunidad o los departamentos de policía de tu área para obtener más detalles.
Pensamientos y comportamiento suicidas
Los pensamientos y comportamientos suicidas son comunes en las personas con esquizofrenia. Si tienes un ser querido que está en peligro de intentar suicidarse o ha tenido un intento de suicidio, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital más cercano.
¿Cómo saber si una persona tiene esquizofrenia?
El diagnóstico de la esquizofrenia comienza con una exploración física y análisis que permiten descartar otros trastornos de salud mental y el abuso de sustancias. Se realizan pruebas de detección para identificar afecciones con síntomas similares y se pueden solicitar estudios por imágenes, como resonancias magnéticas o tomografías computadas.
Además, se lleva a cabo una evaluación psiquiátrica donde un profesional de salud mental observa el estado mental del paciente, indagando sobre su comportamiento, pensamientos y antecedentes familiares. Finalmente, se aplican los criterios del DSM-5 para confirmar el diagnóstico de esquizofrenia.
¿Cómo tratar la esquizofrenia?
El tratamiento de la esquizofrenia es esencial y debe ser continuo, incluso si los síntomas mejoran. Los medicamentos antipsicóticos son fundamentales para controlar la enfermedad y su uso debe ser supervisado por un psiquiatra. Es importante que los pacientes se mantengan informados sobre los efectos secundarios y la eficacia de los medicamentos, lo que puede influir en su disposición a seguir el tratamiento.
Además de la medicación, las intervenciones psicosociales son cruciales para el manejo de la esquizofrenia. La terapia individual, la capacitación en habilidades sociales y el apoyo familiar pueden ayudar a los pacientes a enfrentar la enfermedad y mejorar su calidad de vida. La rehabilitación vocacional también es importante para facilitar la integración laboral y social de las personas afectadas.
En situaciones de crisis, la hospitalización puede ser necesaria para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente. En casos donde los medicamentos no son efectivos, se puede considerar la terapia electroconvulsiva como una opción de tratamiento. Con el enfoque adecuado, muchas personas con esquizofrenia pueden llevar una vida controlada y satisfactoria.