El trabajo es un factor fundamental para la inclusión e igualdad social. Lograr su accesibilidad, y en especial la de las personas más vulnerables, es un compromiso que debemos asumir desde todo el sector privado. Gestionar la diversidad ofrece una gran oportunidad a las empresas que la entienden como un valor.

Numerosas experiencias han demostrado que la diversidad en el ámbito laboral brinda ventajas y beneficios tanto al negocio como a la sociedad en su conjunto: genera creatividad e innovación, mejora el clima organizacional, atrae y retiene talentos, invita a desarrollar nuevas miradas y oportunidades, ayuda a tener mejor conocimiento y comprensión de los diversos clientes con los que la empresa se relaciona, promueve a la sustentabilidad puertas adentro, y contribuye al compromiso que la empresa tiene con la comunidad en la que se desenvuelve.

Ser parte de una pyme nos brinda la oportunidad de tener aún más cercanía con la realidad de cada colaborador y su familia. Atender a la igualdad de oportunidades de todos ellos es un buen punto de partida para cualquier empresa que quiera promover la diversidad.

Esto implica trabajar para que las decisiones de la empresa favorezcan espacios, derechos y oportunidades para todos. Para ello, es indispensable fortalecer la escucha y tomar en cuenta las particularidades de cada uno de los empleados para lograr una gestión responsable de los recursos humanos que contemple los derechos de todos.

A continuación, compartimos algunos lineamientos con buenas prácticas que toda pyme puede promover para lograr una cultura organizacional más inclusiva:

- Adoptemos la diversidad como estrategia.
Diversifiquemos las fuentes de reclutamiento para alcanzar nuevas poblaciones. Así podremos incluir personas con discapacidad, y desarrollar programas que promuevan el primer empleo para jóvenes y mayores de 45 años, entre otros grupos.

- Hagamos un proceso de selección de personal inclusivo.
Para brindar igualdad de oportunidades, la empresa debe asegurar que todo el proceso de reclutamiento y selección sea accesible a diferentes personas.

- Comunicación inclusiva.
Durante todo el proceso de reclutamiento y selección, formulemos la comunicación de manera inclusiva. Seamos explícitos sobre ser una empresa que promueve la diversidad y la inclusión.

- Sensibilicemos y capacitemos nuestro equipo de trabajo.
Esto resulta muy importante para trabajar preconceptos y generar mayor adhesión a las prácticas de inclusión. Se pueden llevar adelante varias actividades como talleres, charlas de sensibilización o difusión de testimonios.

- Realicemos ajustes para cada puesto de trabajo, en caso de que sea necesario.
Adaptemos la carga horaria y la distribución de la jornada laboral en caso de que sea necesario, ya sea mediante la implementación de horarios flexibles o permitiendo prácticas como el trabajo remoto.

- Compartamos los logros
La empresa puede compartir y difundir entre sus empleados las experiencias y logros obtenidos con el fin de demostrar que la inclusión laboral es posible y puede ser exitosa. Reconocer la diversidad y aceptarla es gratificante para las personas que componen la organización, pero, a la vez, ser reconocidos y aceptados por nuestras individualidades se convierte en un factor de confianza que resulta una herramienta muy potente para el desarrollo profesional. Entornos laborales abiertos, inclusivos y accesibles favorecen un ámbito para el aprendizaje. En suma, la gestión de la diversidad abre posibilidades para que todas las partes se beneficien.