El cepo al dólar obliga a automotriz a suspender toda su producción hasta fin de año

Por el endurecimiento del cepo, una automotriz suspendió toda su producción programada hasta fin de año. Se trata de la brasileña Agrale, que en su planta de Mercedes, provincia de Buenos Aires, produce camiones livianos, minibuses y chasis de buses. Así lo informó la empresa en una nota enviada a sus proveedores. "En este contexto, la posibilidad de Agrale Argentina de realizar pagos al exterior se ha visto fuertemente impactada, incluso, para realizar pagos correspondientes a importaciones que ya han sido recibidas en nuestra planta productiva y con fecha de pago cumplida", explicó, en relación a la Comunicación A 7532 del Banco Central, emitida el 27 de junio y que puso más restricciones para el pago de importaciones, en principio, hasta el 30 de septiembre. "Nuestra área financiera se encuentra en contacto con varios organismos, públicos y privados (Banco Santander, Banco Central y funcionarios del Gobierno), intentando destrabar operaciones de pagos al exterior, ya que, durante los últimos 10 días, todas las presentaciones fueron rechazadas por el Banco Central, impidiendo que podamos girar los dólares necesarios a nuestra red de proveedores para cumplir con nuestras obligaciones", amplió. "Estamos al aguardo de una respuesta formal sobre cuándo se formalizará esta situación. Pero no queríamos dejar de informarles sobre las restricciones que estamos atravesando", continuó. "En este marco, y ante la falta de respuestas oficiales, no estamos en condiciones de programar correctamente los próximos meses. Dicha incertidumbre, sumada a la falta de componentes que veníamos sufriendo, y que esta medida no ha hecho más que acentuar, nos ha obligado a llevar a 0 (cero) nuestra programación hasta fin de año, hasta tanto recibamos mayor claridad sobre cómo debemos actuar, qué es lo que podemos realmente proyectar, en este nuevo contexto", anunció. "Nuestra intención es retomar la producción lo antes posible y dependeremos en garn medida de los tiempos de las autoridades y, luego, de nuestra red de suministros para volver a poner la cadena en acción", expresó la empresa. "En esta dura decisión que nos toca tomar, entendemos que sólo hay perjudicados y, desde ya, mantendremos el canal de comunicación con nuestra red de proveedores para atravesar este triste y difícil período de la mejor manera posible", finalizó la misiva, firmada por Cleiton Galindo, director de Supply Chain de la Agrale Argentina, y Gonzalo Temperini, supervisor de Compras & Logística. La decisión impacta a unos 110 autopartistas locales que, calculan en el sector, representan el 80% de los proveedores de la planta. El resto son en el exterior, de los cuales el 80% está en Brasil, indican las mismas fuentes. En Mercedes, Agrale tiene una planta de 10.300 metros cuadrados (m2). Es el predio, de 200.000 m2, donde funcionó IES, la automotriz que, con Eduardo Sal-Lari al volante, fabricó en la Argentina modelos emblemáticos de la francesa Citroën, como el 2CV, el 3CV y el AMI 8. Agrale desembarcó en 2007, luego de cerrar un acuerdo con el grupo internacional DINA, que producía en esa misma instalación camiones y chasis de buses de la marca Dimex, de México. A fines de ese año, el Gobierno reconoció a la brasileña como terminal automotriz. Desde entonces, en la planta -la primera y única de Agrale fuera de Brasil, donde tiene tres fábricas- acumula una inversión superior a los u$s 60 millones. Para 2021, tenía una capacidad de producción de 1200 unidades anuales -entre chasis y vehículos terminados-, con una dotación en torno a las 150 personas. En 2021, se patentaron 726 unidades de Agrale, 135% más que en 2020, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). En el primer semestre de 2022, se matricularon 468 vehículos de la marca, un 9% más que un año antes. A inicios de mayo, la industria automotriz encendió las luces de alerta, al advertir que el cepo al pago de importaciones afectaría el suministro de piezas, con la consecuente amenaza de suspensión de líneas de producción. Desde entonces, a través de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) -la cámara sectorial, a la que no pertenece Agrale- negoció con Matías Kulfas, primero, y Daniel Scioli, después, un régimen que habilite la disposición de dólares, especialmente, para el pago de autopartes destinadas a vehículos destinados a la exportación. Algo que, dos meses después, todavía no terminó de implementarse, pese a que cuenta con la aceptación de Miguel Pesce, titular del Banco Central. Al difundirse la noticia, el Banco Central recibirá el jueves a autoridades de Agrale para interiorizarse de la situación productiva. Fuentes independientes, conocedoras de la entidad, aseguran que la empresa no hizo ninguna presentación. "En el BCRA, hay sorpresa por la trascendencia pública de una carta que no firma el presidente de la empresa anunciando una paralización", aseguran. Memoriosos recordaron un episodio similar que ocurrió en octubre. Fate, la fábrica de neumáticos vinculada con el grupo Aluar, le había anunciado a sus clieentes que analizaba una racionalización de sus entregas, debido al freno a la importación de insumos, que llevaría a una paralización de actividad en su fábrica de San Fernando. El 14 de octubre, el Banco Central emitió un comunicado de prensa, en el que aseguró: "El Banco Central de la República Argentina se puso hoy en contacto con la empresa Fate a raíz de la trascendencia pública de una carta adjudicada a la compañía, en la que advirtió sobre posibles inconvientes en su línea de producción por falta de insumos importados". "La empresa manifestó que no registra ningún atraso en la producción ni debió paralizar ninguna línea de producción. En la misma línea se pronunció la cámara sectorial en conversaciones con el BCRA", finalizó el comunicado de la entidad que preside Pesce.

El cepo al dólar obliga a automotriz a suspender toda su producción hasta fin de año

La brasileña Agrale, que fabrica minibuses, camiones y chasis en la Argentina, le informó a sus proveedores que la falta de respuestas del Banco Central para pagar importaciones le impiden planificar sus volúmenes de producción para el segundo semestre

Juan Manuel Compte

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