En el ajetreo diario, a menudo subestimamos el impacto de gestos tan simples como dar las gracias o tratar a los demás con amabilidad. Sin embargo, revelan aspectos profundos de la personalidad de quien las practica. Más allá de la buena educación, la psicología ha comenzado a desentrañar qué hay detrás de quienes muestran gratitud y cordialidad.
Según la psicología, las personas que son amables con los demás y siempre dan las gracias poseen una notableautoconciencia y humildad. Además, se caracterizan por tenervalores prosociales y son individuos profundamente empáticos, capaces de ponerse en el lugar del otro, y en esencia, demuestran ser buenas personas.
¿Qué dice la psicología sobre las personas que siempre dan las gracias y tratan con amabilidad a los demás?
Estudios de la psicología demuestran que "las personas agradecidas tienden a ser más optimistas, resilientes y felices". También destacan algunos de sus rasgos más sobresalientes:
Son buenas personas
"El dinero puede pagar tus estudios, pero no te hará buena persona", cita la psicóloga y autora Olga Albaladejo, al introducir el valor de la gratitud. Para ella, agradecer sinceramente, sin importar el estatus de la persona, va más allá de la economía o la educación.
La empatía, clave de la inteligencia emocional
La empatía es un rasgo central, explica la experta. "Las personas que agradecen a quienes les atienden muestran una conciencia emocional elevada" porque son capaces de "no solo ver el servicio prestado, sino también a la persona que hay detrás, como a alguien con su propia historia, su cansancio y sus propios desafíos".
Rompiendo jerarquías sociales
Albaladejo argumenta que agradecer desafía la jerarquía implícita en ciertas interacciones sociales, enviando un mensaje de "te veo" y "valoro lo que haces" que tiene un "enorme poder reparador" para quienes a menudo se sienten invisibles.
Los valores prosociales en acción
Quienes consistentemente dan las gracias demuestran tener un "fuerte sentido de justicia, respeto y colaboración", es decir, valores prosociales. Son individuos que, en palabras de la experta, "no solo se preocupan por su bienestar individual, sino también por contribuir, desde lo cotidiano, a un clima más amable", mejorando el entorno.
Un gesto de humildad humana
Este gesto también emana de una "humildad psicológica", un "saber que nadie es más que nadie, que todos dependemos de otros, y que reconocer lo que hacen por nosotros no nos hace menos, sino más humanos".
La gratitud: un camino hacia la felicidad
En última instancia, Albaladejo concluye que la gratitud es una actitud vitalque fomenta el optimismo, la resiliencia y la felicidad. La neurociencia respalda esto, demostrando que observar un acto de gratitud activa nuestras neuronas espejo, beneficiando a todos los involucrados.