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Cuidar a la familia, limpiar la casa, hacer de comer, lavar la ropa y administrar la casa son actividades que se mantienen como labores principalmente femeninas, pues ellas aportaron en promedio tres de cada cuatro pesos del valor del trabajo no remunerado en 2024, de acuerdo con el Inegi.

Una nueva ley firmada por el gobernador Gavin Newsom extiende oficialmente las protecciones de salud y seguridad laboral a miles de trabajadores domésticos contratados por empresas. Imagen: archivo.
Una nueva ley firmada por el gobernador Gavin Newsom extiende oficialmente las protecciones de salud y seguridad laboral a miles de trabajadores domésticos contratados por empresas. Imagen: archivo.

Pero el estudio reporta que las mujeres que se denominaron “cónyuges” tuvieron una mayor aportación al valor de esta área, que las mujeres que se reportaron como “jefas de familia”.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el valor del trabajo no remunerado radica en que permite que la sociedad funcione; además de satisfacer las necesidades básicas y contribuir al desarrollo de las infancias y facilitar que los miembros del hogar participen en el mercado laboral o estudien.

El Inegi señala que el promedio del trabajo no remunerado en México para las mujeres asciende a MXN $82,339 pesos, pero la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado 2024 reportó que ser esposa sale más caro que ser jefa de familia.

El estudio reporta que las mujeres que se reportaron como “cónyuges” aportaron en promedio MXN $105,923.

Este monto equivale a 1.2 salarios mínimos de ese año, mismo que se ubicó en MXN $89,621, así como el triple de la aportación de los hombres al apartado.

Mientras tanto, las mujeres que son “jefas de familia” tuvieron un aporte menor al trabajo no remunerado, con un promedio de MXN $83,494 anuales.

Los hombres se quedan atrás

El Inegi reportó que las mujeres aportaron 2.7 veces más que los hombres durante el año pasado al valor del trabajo no remunerado.

La cifra fue mayor que la señalada en el estudio correspondiente a 2023, en el que el Inegi detalló que las mujeres aportaron 2.6 veces más que los hombres a este apartado.

En este sentido, el IMCO señala que los hombres que tienen un mayor grado de estudios aportan más valor al trabajo no remunerado, debido a que al mejorar las condiciones de vida y circunstancias laborales, los hombres cuentan con mayor flexibilidad para involucrarse más en las labores de crianza; sin embargo, no se extiende a otras actividades del hogar como limpieza o preparación de la comida.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que el reconocimiento de la importancia del trabajo no remunerado está ganando terreno.

Este apartado ya fue integrado en la Meta 5.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dentro del Objetivo 5 sobre Igualdad de Género.

“Al establecer esta meta, la Agenda 2030 pretende abordar las desigualdades de género persistentes en el trabajo remunerado y no remunerado, como base necesaria para el crecimiento y el desarrollo inclusivos”, detalla el organismo perteneciente a Naciones Unidas.