

La icónica cadena de moda Hennes & Mauritz (más conocida como H&M) ha tomado una decisión drástica que sacude al mundo del retail. Como parte de una ambiciosa estrategia de reestructuración global, la compañía ha anunciado el cierre de más de 200 tiendas en diferentes países. Esta medida, que se ha ido implementando paulatinamente desde 2023 y continuará hasta 2025, busca adaptar el negocio a las nuevas demandas del mercado y fortalecer su posición financiera.
Cierran diversas tiendas de una reconocida marca internacional de ropa
El cierre de estas sucursales no es un adiós definitivo de H&M, sino un giro estratégico hacia un nuevo modelo de negocio. La empresa sueca ha decidido poner su foco en el comercio electrónico y en la optimización de sus puntos de venta restantes. La meta es clara: mejorar la rentabilidad de cada tienda y potenciar las ventas digitales, que han crecido de manera exponencial en los últimos años.

Este cambio obedece a la necesidad de reducir costos operativos y adaptarse a un entorno donde el consumo online gana cada vez más terreno frente a las compras tradicionales.
El cierre de estas tiendas ha tenido un impacto directo en la fuerza laboral de la compañía. Se ha informado de despidos masivos en varias de las sedes afectadas. Sin embargo, H&M ha manifestado que buscará reubicar a una parte de los trabajadores y que se ha negociado con los sindicatos para reducir el número final de desvinculaciones. La compañía busca, con esta reestructuración, consolidar una estructura más ligera y eficiente para competir en un mercado cada vez más digitalizado y exigente.













