La escalada militar entre dos países desató la alarma internacional. Este martes, India lanzó un ataque con misiles contra varios objetivos en Pakistán, dejando por lo menos 26 muertos y 46 heridos según fuentes paquistaníes.
En respuesta, Pakistán prometió venganza y declaró que "responderá en el momento y lugar que elija", lo que elevó los temores de un posible intercambio que no solo desestabilizaría aún más la región, sino que podría escalar hasta desencadenar una Tercera Guerra Mundial, con consecuencias catastróficas para el mundo entero.
Hasta el momento, como respuesta, Pakistán cerró el espacio aéreo en zonas clave como Lahore y Karachi, afectando aeropuertos importantes. A su vez, India suspendió vuelos hacia Cachemira.
Operación Sindoor: el ataque que encendió la mecha del conflicto nuclear
India confirmó la ejecución de la "Operación Sindoor", una serie de ataques dirigidos a infraestructura en Pakistán. Según fuentes gubernamentales indias, los objetivos de la operación fueron instalaciones utilizadas para planificar y coordinar ataques terroristas contra su territorio, en particular, en respuesta hacia el atentado perpetrado el mes pasado en Pahalgam, que resultó en la muerte de 26 turistas indios.
"Nuestras acciones han sido concentradas, mesuradas y no han tenido como objetivo una escalada", declaró el gobierno indio, insistiendo en que "ninguna instalación militar paquistaní ha sido atacada".
Sin embargo, el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, condenó lo que calificó como un "ataque cobarde" por parte del "enemigo traicionero", prometiendo que "no pasará sin ser castigado".
Los territorios atacados incluyen Bahwalpur, en el este de Pakistán, y Muzaffarabad y Kotli, en la Cachemira administrada por Pakistán.
Las imágenes difundidas muestran el cielo "poniéndose rojo" tras el impacto de los misiles, según testimonios recogidos de civiles en las zonas afectadas. El ejército paquistaní respondió rápidamente con fuego de artillería contra Bhimber Gali, una localidad en la zona de Poonch-Rajauri, en la Cachemira administrada por India.
Un vocero del Ejército de Pakistán aseguró que "todos nuestros aviones de combate están en el aire", reflejando la creciente tensión y el peligro inminente de una escalada militar.
Además, el gobierno paquistaní otorgó luz verde a sus fuerzas armadas para ejecutar las "acciones que consideren necesarias", lo que anticipa posibles represalias de gran magnitud en el corto plazo.
Cachemira: la región disputada que podría desatar el primer enfrentamiento nuclear del siglo XXI
El origen del conflicto entre India y Pakistán se remonta a 1947, cuando se dividió el territorio tras el fin del dominio británico. En ese proceso, el principado de Cachemira quedó fuera del acuerdo de partición, generando una disputa que persiste hasta hoy. Desde entonces, esta región montañosa en el sur de los Himalayas fue el foco de dos guerras entre ambas naciones y continúa siendo una zona de alta tensión.
Después del primer conflicto, se estableció una línea de control que dividió el territorio en dos: la parte controlada por India (Jammu y Cachemira) y la administrada por Pakistán (Azad Cachemira y otras zonas del norte). Sin embargo, ambos países siguen reclamando la soberanía total sobre la región.
La situación actual se agravó tras un atentado ocurrido el mes pasado en la Cachemira-India, que causó la muerte de 26 turistas. India acusa a Pakistán de respaldar a los militantes responsables y asegura tener pruebas que lo demuestran. Pakistán rechaza esas acusaciones y niega cualquier vínculo con los atacantes.
La comunidad internacional en alerta: ¿puede Donald Trump evitar la catástrofe nuclear?
La comunidad internacional reaccionó de inmediato ante lo que muchos expertos consideran la crisis más grave entre India y Pakistán en décadas. El expresidente estadounidense Donald Trump, después de ser consultado sobre la situación, respondió brevemente: "Es una pena, solo espero que termine pronto". Su comentario fue visto por varios analistas como insuficiente ante la seriedad del conflicto.
Desde Naciones Unidas, el secretario general António Guterres expresó su "profunda preocupación" por las acciones militares de India. A su vez, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, pidió a ambas partes mostrar "la máxima moderación", advirtiendo que "el mundo no puede permitirse una guerra entre India y Pakistán".