Los bancos subieron las tasas de plazo fijo hasta el 4% mensual, por lo que si el dólar sigue estable por 30 días, se puede ganar con el carry trade un 4% en moneda dura. Si se toma al banco que más paga, que es el Bica, que la subió al 48% de tasa nominal anual, seguido de cerca por el CMF con el 47%, mientras Voii y Reba completan la tabla con el 46%. En tanto, entre los diez bancos con mayor volumen de depósitos, quien lidera la tabla, según el Central, es el ICBC con 41,45%, seguido por el Galicia con 40%, mientras el Nación, BBVA, Macro y Credicoop la subieron al 39%. Desde GMA Capital hacen hincapié que el 2025 nunca prometió los rendimientos exorbitantes del 2024, ya que el punto de partida era considerablemente más elevado. "Sin embargo, durante los primeros seis meses del año, los inversores lograron cosechar importantes ganancias en moneda dura a través del carry trade. En ese período, los plazos fijos llegaron a acumular cerca de un 15%, mientras que los bonos en pesos ofrecieron retornos de entre el 11% y el 16%". No obstante, el guion sufrió drásticas alteraciones en el último trimestre. La corrección cambiaria golpeó con fuerza a las tenencias en pesos, mientras que otros activos que ya mostraban debilidad, como los bonos hard dollar y las acciones, no lograron encontrar un piso. Por lo pronto, la economía no parece registrar "exceso de pesos" en el plano transaccional, como lo muestran los datos del Informe de IAEF de octubre. De acuerdo al estudio coordinado por el economista Alfredo Gutiérrez Girault, la suma del circulante, depósitos a la vista y cajas de ahorros equivale a dos tercios del guarismo de abril de 2018 medido en moneda constante. "Sin embargo, cuando se comparan los plazos fijos en manos de privados, se tiene que la magnitud actual es semejante a la de abril de 2018, siendo que los encajes de esos depósitos están constituidos en el presente por una mayor proporción de títulos públicos", revela Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea. Esto hace al sistema más vulnerable, porque un eventual retiro de plazos fijos repercutiría en venta de títulos públicos por parte de las entidades, complicando el roll over de la deuda doméstica. Por ende, el mandato que hoy tiene el gobierno es evitar que una crisis de balance de pagos termine contaminando a un sistema bancario que, hasta ahora, ha logrado mantenerse bastante al margen, excepto por el problema de morosidad creciente en el recupero de los créditos. A juicio de Vasconcelos, un elemento positivo en medio de la crisis es que el sistema bancario no ha perdido el crédito de los ahorristas, como lo muestra la evolución de los depósitos en moneda extranjera de privados, actualmente en torno a u$s 33.800 millones, más del doble de las colocaciones que se registraban a fin de 2023. Hay que anotar, además, que un esquema de bandas cambiarias requiere de un nivel más elevado de reservas que uno de libre flotación, de acuerdo a la estadística del FMI que ordena el ratio reservas/PIB de acuerdo a cada régimen cambiario. De todos modos, utilizando la referencia de países cuyos regímenes van desde la libre flotación hasta esquemas definidos como "flexibles", la Argentina debería aspirar a reservas equivalentes, al menos, al 20% del PIB, siendo que, en el presente, éstas se ubican en torno a los 6,0 puntos del PIB. Para Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, la clave post elecciones seguirá siendo el poder acceder al mercado voluntario para rollear deuda en dólares, para lo que es clave bajar el riesgo país, "algo que creemos se lograría mediante acumulación sostenida de reservas netas genuinas y un mayor grado de consenso político".