Las exportaciones y las importaciones de China se incrementaron en julio, lo que fortaleció la confianza de que la economía podría estabilizarse tras un inestable primer semestre este año.

Las ventas al extranjero subieron 5,1% interanual, comparado con la caída de 3,1% de junio. Las importaciones aumentaron 10,9% interanual, frente a la disminución de 0,7% en junio.

Ambas cifras indican que el panorama de crecimiento del país se está afianzando después de haber sufrido una abrupta desaceleración de las importaciones y exportaciones durante los primeros meses de 2013. El gran salto en las importaciones es especialmente notable dado que es una señal de que la economía china se está manteniendo bien.

La mayor demanda de inversión local claramente contribuyó en la recuperación de las importaciones de julio, dado el mayor volumen de importaciones de bienes de inversión y materias primas, aseguró Wang Tao, economista de UBS.

En las últimas semanas, el gobierno chino fortaleció su apoyo a la economía con una serie de medidas reducidas y específicas incluyendo la cancelación temporaria de impuestos a las pequeñas empresas. Preocupado por el deterioro de las exportaciones, Beijing en julio anunció que cancelará algunas tasas de inspección de aduana y simplificará los procesos de aprobación.

Liu Ligang, economista de ANZ, sostuvo que China también empezó a aprovechar el viento de cola proveniente del extranjero. Ayuda que mejore la confianza de los consumidores en Estados Unidos y Europa, comentó.

Son cada vez más las señales de que la eurozona podría salir de su mayor recesión de la historia en el segundo semestre de este año.

Las importaciones de China provenientes de Alemania, su mayor socio comercial de la UE, se incrementaron 8,6% interanual en junio, mientras que sus ventas a la nación germana disminuyeron 0,9%.

A mismo tiempo que el gobierno daba a conocer una serie de pequeñas medidas para apuntar el crecimiento, también rechazaba los pedidos de un estímulo más agresivo.

Además, sorprendió a los observadores al permitir que el yuan trepe aún más contra el dólar estadounidense. Con la moneda más fuerte, para los exportadores es más difícil competir con otros países, pero el gobierno espera que eso también les permita tener líneas de negocios innovadores y más valiosos.

Esta política cambiaria refleja lo que muchos analistas e inversores ven como el compromiso del gobierno de hacer difíciles reformas aún cuando eso signifique infligir cierto sufrimiento a la economía en el corto plazo.

Pero Shuang Ding, economista de Citi, reconoció que Beijing pronto detendrá el alza de la moneda, cuando el foco gire hacia las medidas tendientes a sostener el crecimiento.