La Comisión Europea redujo su pronóstico económico para la eurozona, lo que ejerce aún más presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que amplíe su arsenal de medidas extraordinarias apuntadas a detener la desaceleración del crecimiento y a evitar la deflación.
La proyección de Bruselas que indica que el bloque de moneda única se expandirá sólo 1.1% el año próximo comparado con la estimación de 1,7% hace sólo seis meses es uno de los indicadores más serios de que la tan esperada recuperación tras la crisis que sufrió el continente está perdiendo velocidad.
La comisión reconoció que la economía de la UE no sólo se encuentra "particularmente débil" comparado con otros países desarrollados, sino que también su desempeño actual es peor al de otras recuperaciones pos-crisis, y la desaceleración corre riesgo de alimentarse a si misma. "El legado de la crisis está afectando a los estados miembros en diferentes grados, pero los efectos colaterales para el comercio y la confianza son grandes", afirmó.
Las proyecciones para Alemania y Francia, dos grandes economías de la eurozona, se encuentran entre las revisiones más drásticas. El pronóstico del PBI 2015 para Alemania, el motor económico del bloque, fue rebajado de 2% en mayo a 1,1%. El de Francia bajó de 1,5% a 0,7%.
Los funcionarios de la Comisión insistieron en que el menor crecimiento no se debe a las políticas económicas de austeridad aplicadas por la UE, y afirmaron que algunos de los países que atravesaron los programas de reforma más duros están expandiéndose fuertemente, aunque partiendo de bases bajas.
Irlanda, que emergió de su rescate el año pasado, crecerá 3,6% en 2015 según las estimaciones, el ritmo más rápido de la UE. En forma similar, se proyecta que Grecia, la eterna rezagada de la eurozona, también se expanda 2,9%.
"La consolidación fiscal es una necesidad", señaló Pierre Moscovici, el nuevo jefe económico de la comisión. "Pero la pregunta que tenemos enfrente es cómo recrear la esperanza en el proyecto europeo".
Los esfuerzos de la eurozona por volver al sendero del crecimiento sostenido contrastan fuertemente con Estados Unidos, que en el segundo y tercer trimestre registró los seis meses con mayor expansión en una década, y con el Reino Unido, que es una de las economías más prósperas del Grupo de los Siete. La comisión elevó su pronóstico para dicho país a 2,7% para 2015.
Bruselas redujo las proyecciones de inflación, diciendo que los precios de los consumidores subirán 0,5% este año y 0,8% en 2015. Eso complica particularmente al BCE, cuyo consejo de gobierno se reúne esta semana en medio de crecientes temores a la deflación.
Jyrki Katainen, comisionado a cargo de crecimiento y empleo en la UE, insistió en que la caída se debe a la baja principalmente de los precios de la energía y alimentos. "El riesgo de franca deflación en el sentido de precios generales que caen a perpetuidad en toda la zona del euro todavía es muy bajo", aseguró
Los pronósticos podrían ser particularmente problemáticos para Francia, que se encuentra en medio de una pelea con Bruselas por su presupuesto 2015. La comisión usará las cifras para evaluar si París violó las normas presupuestarias de la UE por no haber recortado su déficit con la suficiente rapidez. Se pronunciará a mediados de este mes.
