La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, volvió a utilizar sus redes sociales para despejar dudas frecuentes de los trabajadores. En esta ocasión, explicó un aspecto que muchos desconocen: los empleados que reciben un preaviso de despido tienen derecho a ausentarse dos horas de su jornada laboral para buscar empleo, sin que el empresario pueda descontar ese tiempo del salario.
La aclaración surgió tras la consulta de una trabajadora que, con treinta días de preaviso, preguntó si podía utilizar parte de su horario para entrevistas o trámites. Su jefe le había negado esa posibilidad y advirtió que, en caso de hacerlo, perdería parte de su salario.
Díaz respondió con contundencia: la ley protege a la trabajadora y la postura del empresario es ilegal.
¿Qué dice el Estatuto de los Trabajadores sobre este derecho?
El artículo 53.2 del Estatuto de los Trabajadores establece de manera expresa que, durante el período de preaviso en los despidos objetivos, el empleado puede disponer de dos horas diarias para buscar empleo.
Estas horas están retribuidas y no pueden ser descontadas. En términos prácticos, en un preaviso de quince días corresponderían hasta seis horas de búsqueda sin pérdida económica.
Díaz subrayó que este beneficio legal no es una concesión del empresario, sino un derecho del trabajador. Por ello, instó a los afectados a defenderlo en caso de que la empresa lo niegue.
Esta disposición busca facilitar la transición laboral y dar a los empleados un margen real para encontrar un nuevo puesto sin la presión añadida de cumplir horarios completos hasta el último día.
¿Por qué muchos empleados desconocen esta posibilidad?
La falta de información suele ser el principal motivo. Aunque el preaviso de despido es habitual, no siempre se comunica al trabajador que puede acogerse a estas dos horas.
En consecuencia, muchos cumplen la jornada íntegra por desconocimiento o por miedo a represalias.
La aclaración de Díaz cobra relevancia porque visibiliza un derecho que ayuda a amortiguar el impacto del desempleo. Además, recordó que, si el trabajador considera que el despido no es procedente, dispone de un plazo de veinte días para impugnarlo ante los tribunales. Una vía que, unida al uso de estas horas, refuerza la protección frente a situaciones laborales adversas.