El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, anunció este martes en Barcelona su intención de endurecer los requisitos para obtener la nacionalidad española. Durante un acto junto a Alma Ezcurra y Alejandro Fernández, presentó los diez puntos del plan de inmigración del PP, centrado en promover una inmigración "ordenada, legal y humana".
Feijóo aseguró: "Nunca defenderemos una política migratoria que convierta barrios enteros de nuestro país en lugares irreconocibles". Y subrayó: "La nacionalidad española no se regala, se merece", marcando distancia tanto del "buenismo" del Gobierno como del "fanatismo" de Vox.
Entre las medidas clave, planteó "elevar el nivel de exigencia lingüística, cultural y constitucional" para quienes soliciten la nacionalidad. También defendió que la residencia de larga duración "dependa del esfuerzo y no del mero paso del tiempo".
"La nacionalidad es un honor, no un trámite": los nuevos requisitos que propone el PP
Durante su intervención, Feijóo insistió en que "la nacionalidad española no puede ser un mero trámite administrativo", sino "un reconocimiento a quienes han demostrado con hechos su voluntad de integrarse".
Según el plan presentado, el Partido Popular exigirá un nivel mínimo B2 de español y una prueba reforzada sobre conocimientos institucionales, legales, culturales e históricos. El objetivo, explicó, es garantizar una integración "real y verificable".
Feijóo afirmó además: "Ser español no es solo vivir en España, es participar de un proyecto común, compartir una historia, unos valores y un destino". En ese sentido, defendió que la residencia de larga duración no se otorgue "por inercia", sino basándose en criterios de "contribución, trabajo e integración".
El líder del PP también propuso vincular prestaciones sociales como el ingreso mínimo vital a la búsqueda activa de empleo, afirmando que "deben acompañar el esfuerzo, no sustituirlo".
Inmigración ordenada y "mano tendida" para quien venga a prosperar
Feijóo enmarcó su plan en una "tercera vía" frente al "buenismo" del Gobierno y la "criminalización injusta" de Vox, que definió como una alternativa "basada en la razón, el equilibrio, el humanismo y la esperanza".
En materia de seguridad, advirtió: "La pérdida de la residencia será automática en delitos graves", aunque matizó que "la mayoría de los inmigrantes no son delincuentes". "Esa gran mayoría no puede verse intoxicada por aquellos que no cumplen la ley", añadió.
Feijóo aseguró que el plan está dirigido también a los propios inmigrantes, "que son los primeros que merecen orden y vías de entrada legal". Concluyó: "Queremos una inmigración de personas libres, responsables, con ganas de prosperar. Personas que vean en España una oportunidad de futuro y no un refugio de subsidios".
Ezcurra y Fernández defienden que España "no es un país racista"
La vicesecretaria Alma Ezcurra, una de las responsables del plan junto al ‘think tank' Reformismo21, afirmó que la propuesta del PP busca que España "lidere la aplicación del Pacto de Migración y Asilo de la UE".
Ezcurra sostuvo: "La inmigración no es un tema de moda, es una cuestión de país. Mucha gente siente que su barrio ha cambiado y el principal partido de España debe dar una respuesta a esa inquietud".
Por su parte, Alejandro Fernández remarcó que España "no es un país racista", sino "uno de los más abiertos y tolerantes del mundo", y señaló que la preocupación por la inmigración nace del "buenismo populista del papeles para todos" y del "multiculturalismo mal entendido".